SONREÍR EN UN BLOG (11) : BAÑOS DE BASTÓN

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“Bioy Casares, por indicación de Borges, se puso a leer párrafos de la biografía  de don Miguel De los Santos Álvarez, poeta español del siglo XlX: “ Don Miguel tiene  motivos particulares para no creer en la riqueza. El resultado de sus meditaciones a este respecto es la convicción de que andan por ahí 25 duros y algunos diamantes que van dando la vuelta al mundo de mano en mano. Los primeros los ha tenido en la suya una vez, según asegura. A los segundos no los conoce más que de vista todavía.

Don Miguel es uno de los hombres más frioleros del Viejo Continente. Nadie puede jactarse de haberlo visto en la calle como no ser en el mes de julio, sin levita, gabán, capa, bufanda y chanclos. Toma sin embargo en el estío sus “baños de bastón”, que consisten en hacer preparar la tina con agua templada, ponerse en mangas de camisa y meter en el líquido refrigerante el tercio inferior de su palo habitual. La impresión de la frescura absorbida por el bastón dice que le basta para tiritar un momento. Enseguida se abriga convenientemente y sale del cuarto con las mayores precauciones ( A esto él lo llama hidroterapia)”

 

(Imagen —1-Ansel Adams)

LA LEVITA DE LARRA

 

Larra-ynng- retrato por Gutiérrez de la Vega- mil ochocientos treinta y cinco

 

Se expone una vez más la levita de  Larra en una de las salas del  madrileño Museo del Romanticismo.  Es esta una prenda capital en el atuendo romántico y Larra, interesado por tantas cosas, y también por la moda, ampliaba, como era muy frecuente en él, este concepto del vestir y del actuar al resto de la vida social. «Deseamos con impaciencia – escribía Larra – que la absoluta desaparición del cólera vuelva a traer al seno de esta capital las elegantes que el miedo nos ha robado, y que la animación de una época más feliz haga  renacer la apagada coquetería de las bellas que permanecen todavía casi aisladas en medio de esta gran población. Vacíos casi los teatros, desiertos los paseos, suspendidas las sociedades, ¿ adónde iríamos a buscar la moda? Sólo podemos hacer algunas indicaciones generales acerca de los caprichos, más o menos fundados, de esa diosa del mundo, que así avasalla los trajes y peinados como los gustos y opiniones. Es de moda, por ejemplo, en la ópera, la señora Campos; así es que no hay noche que no se la aplauda. No es menos de moda el sorbete de arroz, ni menos insípido tampoco. Está decididamente en boga reírse todos los días de los gestos espantables del señor Género, quejarse del Gobierno, y asombrarse de la inacción de los Estamentos. Estas tres modas durarán probablemente más que el talle largo».

 

romanticismo-ybbb-museo del Romanticismo

 

«Larra, anatomía de un dandi» tituló Umbral uno de sus libros. «Tanto como una lección, su persona y su indumentaria –señaló allí -son una respuesta a la zafiedad de los madrileños. La fría e insolente respuesta de un dandi». Además de excelente observador y escritor,  Larra ha sido muchas veces evocado como dandi. «El  paso de la moda es el paso del tiempo – recordaba Giuseppe Scaraffia en su «Diccionario del dandi»-El dandi, mientras se rebela contra la esclavitud de la moda, no desdeña dominarla,  y se pone en su piel (…) El dandi monta, con la moda, un caballo que sabe perecedero, destinado a arrastrar a su caballo por el polvo del olvido. Pero precisamente en esto consiste el desafío del dandi: pretende parecernos bello a través de las mutaciones propias de cada época y de las ropas que las visten, con el propósito de restituirnos intacto el esplendor de la belleza transcurrida».

Ahora la levita de Larra nos acerca un poco más a su moda pero debería acercarnos sobre todo a sus escritos, que siempre será necesario leer.

 

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(Imágenes.-1.- retrato de Larra por Gutiérrez de la Vega- 1835/ 2.- sala del Museo del Romanticismo- Madrid/ 3.-busto de Larra en Madrid, calle de Bailén)