«Porque ya
sólo me queda una lágrima
y no la puedo llorar».
Luis Rosales.- «El llanto no resucita»- «Canciones»
(Imágenes.– Nicoletta Tomas.-fotolog com)
«Porque ya
sólo me queda una lágrima
y no la puedo llorar».
Luis Rosales.- «El llanto no resucita»- «Canciones»
(Imágenes.– Nicoletta Tomas.-fotolog com)
«En el actual estado del conocimiento solo las lágrimas falsas sirven para ser tratadas y ulteriormente producidas. Las lágrimas auténticas son cálidas, razón por la cual es muy difícil despegarlas de la cara. Tras conducirlas a un estado sólido, resultó que son muy frágiles. Los tecnólogos se devanan los sesos en relación con el problema de la explotación de lágrimas auténticas.
Las lágrimas falsas, antes de ser congeladas, se dejan someter a un tratamiento de destilación, una vez que por su naturaleza son impuras y son conducidas a un estado donde, en lo tocante a su pureza, apenas llegan a diferenciarse de las lágrimas verdaderas. Son muy duras, muy duraderas, prestándose no solo al adorno, sino también al tallado del cristal.»
Zbigniew Herbert.– «De la tecnología de las lágrimas».– Prosa poética-«Hermes, el perro y la estrella» (1957).-traducción Xaverio Ballester)
(Imágenes.-1.-Yosl Bergner– 1920/2-Rose Sélavy-xaxor.com)
«Una gota
diminuta,
lenta,
circulatoria gota,
como un astro pequeño,
transparente,
consistente en su brillo,
una
minúscula
maravilla
redonda,
cae,
desde
un mundo sufriente
cae,
desde
un trasfondo
amargo,
triste,
desolado,
cae,
desde
tus ojos tan claros
cae,
y
cae,
y
mudamente
me habla
tu
terminante
lágrima.»
Alejandro Amusco: -«Soliloquio«.- «El sortilegio de Hécate»
(Imagen.-d-i-s-e-a-s-e)
«Un hábil dibujante en una esfera
siguiendo sus modelos va a trazar
una Europa y un África y un Asia,
y a hacer de aquella nada todo el mundo.
Otro tanto sucede en cada lágrima
que derramas, un mundo, un universo
acaba por surgir a imagen tuya,
hasta que al fin tu llanto que se mezcla
con el mío copioso anega el mundo
y disuelve mi cielo a fuerza de agua».
John Donne (1572-1631) : «Una despedida: del llanto»
(Imagen: d-i-s-e-a-s-e)

«Sobre las cosas de la vida, cuanto más lloramos por ellas, menos merecen nuestras lágrimas, y cuanto menos lágrimas derramamos por ellas, más deberíamos penar por alcanzarlas», escribió San Agustín en las «Confesiones«.
(Imagen: Alberto Sughi.-2008.-artnet)