De nuevo María Blanchard cuando el 6 de este mes de marzo se han recordado los 140 años de su nacimiento. La Condesa del Campo de Alange evocaba esto de ella: “María Blanchard trabaja siempre en el interior de su taller. Jamás al aire libre ni ante modelo. Frente a la tela en blanco busca en su memoria la forma y el color y extrae de su fina sensibilidad la expresión de sus criaturas.
Su memoria visual es sorprendente. En una ocasión dice al terminar uno de sus cuadros: “ es una viejecita que vi hace doce años…” Otra vez el modelo es un niño que cruza ante ella por la calle cuando va a misa, y esa visión que hiere su retina por cualquier motivo sensible queda grabada en ella con una fijeza de instantánea.
Tiene para sus criaturas una fisonomía propia. Los personajes de sus cuadros pertenecen todos a una misma raza. Nariz ancha ; labios gruesos; ojos tristes, brillantes; cuello corto, con tendencia a suprimirlo totalmente valiéndose de una posición adecuada, como en “La Joven campesina”, “La Toilette”, “La Niña del Collar”, “ La Comida” y tantos otros. Obedece así a la ley psicológica, tan conocida, que crea en el artista la tendencia a producir en sus obras sus propios defectos físicos.
No pretende, sin embargo, acercarnos a un tipo racial determinado ni aun menos regional. No tiene preferencia por un ambiente, por unas costumbres; no siente, como Gauguin, la influencia de Bretaña, ni de Tahití, ni de ningún otro lugar del mapa. Sólo marca una inclinación por los humildes, pero no intenta con ello darnos una lección social, pues su obra carece, por otra parte, de anecdotismo. María Blanchard nos pinta pobres seres meditativos, bien sean hombres, mujeres o niños, envueltos muchos de ellos en una atmósfera de un ridículo melancólico próximo a la ternura.
Su dibujo es duro por ser demasiado fuerte. Su colorido, violento. No teme emplear el negro puro. Hace brillar los objetos sin preocupación de la materia propia, y a veces la luz se descompone sobre ellos hasta llegar a producir el color en sus elementos primarios, azul, rojo, amarillo.”
( Imágenes— 1 – “La cocinera” – 1923/ 2-“El carrito del helado” – 1924/ 3-“Mujer con abanico” – 1926/ 4-“Echadora de cartas”/ 5- “La niña del brazalete” – 1923/ 6-composición cubista- 1919)