EL ENCANTO DEL OTOÑO

 


“¿Qué me decís del otoño? Especialmente, esas noches nebulosas de luna cuando la claridad lo baña todo y uno tiene la impresión de que pueda recoger en la mano sus rayos … — anota Dama Sarashina , una escritora japonesa de hace más de mil años en su relato autobiográfico “Sueños y ensoñaciones de una dama de Heian”—. En momentos así, todo el encanto del otoño parece estar dentro del sonido del viento y del canto de los insectos. Y, si como fondo a esos sonidos, uno escucha los acordes animados del arpa o el sonido transparente de una flauta, la belleza de tal noche posee una elegancia que, a mi juicio, es imposible de superar por la primavera.”

 

 

(Imágenes : 1–Shibata Zeshin/ 2- Koshiro Onchi)

LAS ALAS DE LAS MARIPOSAS

 


“Las alas de las mariposas , sus recortados, sus dibujos, sus tintes, siguen presentando una especie de enigma indescifrable.— así se lo preguntaba el ensayista francés Roger Caillois en su interesante estudio “Medusa y Cía” —.Yo no sé ni creo que nadie sepa para qué puede servir tanto esplendor. Puede que el color sea útil, pero no el dibujo. ¿ Por qué los dibujos? Alas de un solo color, de la tonalidad que conviene al insecto para captar la energía suficiente, resolverían igual, si no mejor, el asunto. “ Roger Caillois va comparando y relacionando los tintes de de las alas de las mariposas que, para él, constituyen su “pintura”.

 

Describe asombrado esas alas: “ manchas, estrías y orlas, lúnulas y camafeos, festones y ícelos, dibujan a capricho adornos que, en este caso, no deben nada a la simetría para cada ala. Los colores no manifiestan menos fantasía, riqueza y variedad. Por añadidura, no son simples tonalidades estáticas. Están corrientemente realzados por diversas cualidades que los hacen profundos o cambiantes, metálicos o tornasolados. Así el terciopelo negro o castaño de los grandes  ornitópteros, el azul eléctrico de los “Morpho”, los reflejos de fuego y los matices de las “Uranias” y de los “Areturus”, los esmaltes, los nácares y las micas de numerosas especies, la luz que bascula en el plano inclinado de las alas, cada vez que las sutiles películas que componen las escamas poseen un índice de  difracción diferente.  Las formas son ahiladas, dentadas, festoneadas, recortadas o enteras. Apéndices desmesurados, rígidos y que parecen almidonados prolongan el volumen de las”Actias”. En las “Hypolycena”, sin finos, suaves al tacto y enrollados en volutas.

 

Hay en esta orgía de formas, de motivos y de colores — seguía diciendo Caillois—, una prodigalidad casi inversa de la severa contabilidad que, un momento antes, repartía lo mejor posible una jalea preciosa, temblorosa de vida.”

Pero Caillois continuaba preguntándose intrigado sobre el por qué de los dibujos en las alas.

 

 

(Imágenes—1- Gordon Beníngielfd- burlington  paintings/2-Donald Sultan-1995- artnet/3-Koshiro Onchi/4- Odilon Redon – 1914)

EL MURO DE BERLÍN Y LA MÚSICA

música.-7uhh.-violines.-Boucher

 

«Era la noche del 7 de octubre de 1989 – le va contando el director de orquesta Kurt Masur al periodista Furio Colombo -, y teníamos todas las razones del mundo para temer lo peor. La policía había acordonado con hombres armados la plaza de la Gewandhaus. La noche anterior había habido una gran manifestación frente a nuestra sala. Había un concierto, y los dos grupos de gente se habían unido. Yo estaba sobre la tarima y, al girarme, me dí cuenta de que debía ayudar. Había recibido una carta, la carta de uno que yo no conocía, pero que se dirigía a mí por ser el director de la Gewandhaus. La carta decía: » Hay jóvenes que tocan por las calles, que se reúnen tres o cuatro y tocan en las esquinas de las plazas, frente a las estaciones, delante de las escuelas…y los arrestan, los esposan, los maltratan y se los llevan en furgones blindados, como a delincuentes. Jóvenes que tocan.» ( En la carta de aquel joven desconocido, fechada el 3 de junio, se contaba que había sido detenido por «ser culpable de tocar el violín sin permiso»)

 

música.-tuws.-Otto Bettmann.-violin en Philadelphia Mummers Parade.-1917

 

Me pregunté, ¿ hasta dónde quieren llegar? ¿Hasta dónde avanzarán? Miraba a los soldados armados, sin saber si estaban o no dispuestos a disparar, y miraba al gentío, el mayor movimiento de protesta que Alemania hubiera conocido nunca. Esa multitud no iba a detenerse. Hay que tener en cuenta que el director de la Gewandhaus  es en Leipzig una gran autoridad. Me fuí al jefe de policía, y ni siquiera el jefe de policía de una ciudad de Alemania del Este podía permanecer impasible. Cuando se tiene el poder de un director de orquesta hay que jugárselo con un gesto decidido, seguro. Le dije: venga a mi teatro, yo reúno a todos los jóvenes, y usted y sus policías se comprometen a oírlos tocar. Y después, usted nos explica, a ellos y a mí, por qué no deben tocar. Y este era un caso algo insignificante; habia otros arrestos en Alemania del Este. Los jóvenes escapaban, saltaban el Muro, cada mes que pasaba perdíamos inteligencias, talentos. Muchos se quedaban, pero su vida era una vida encorsetada. Deseaban cambiar, pero ¿ cómo? Estábamos rodando por una pendiente. Yo no podía aceptar que se tratara a la música como un crimen. En mi teatro había jóvenes, y eran libres. Entonces hice venir al público, hice venir a la policía y los situé frente a frente.»

 

música-ddvtt-Koshiro Onchi- mil novecientos cuarenta y siete

 

( El Muro está lleno de historias. Ernst Jünger escribe en su Diario del 10 de noviembre de 1989: «Hemos estado sentados ante el televisor hasta más allá de medianoche participando de la alegría alrededor de la Puerta de Brandemburgo. Los nietos han llamado desde Berlín: habían estado bailando sobre el Muro.

Por fin una buena noticia para nuestro país. Ha sido como una lluvia en el desierto después de una larga sequía. Jamás dudé de que alguna vez se llegaría a la reunificación, pero sí de que yo la viera. Pensaba menos en un despertar nacional que en la desaparición de las fronteras dentro del desarrollo común hacia un Estado universal. Por eso me asombró tanto más la confianza con la que el canciller federal predijo hace poco aquí en la biblioteca el pronto final de la zona.»)

(A los veinticinco años de la caída del Muro)

 

(Imágenes.-1.-Boucher/ 2.-violins Philadelphia mummersr parade- 1917/ 3.- Koshiro Onchi– 1947)