LLEVAR LA VIDA MÁS HÁBILMENTE

 

 

 

“Hay quienes llevan a cabo la vida más hábilmente.
Tienen orden en su interior y a su alrededor.
Para todo la manera y la respuesta adecuada.

Adivinan inmediatamente quién a quién, quién con quién,

con qué objetivo, por dónde.

Ponen el sello en las verdades absolutas,

arrojan a la trituradora los hechos innecesarios,

y a las personas desconocidas

a las carpetas destinadas a ellas de antemano.

Piensan justo lo debido

ni un segundo más,

porque tras ese segundo acecha la duda.

Y cuando los dan de baja de la existencia,

dejan su puesto

por la puerta señalada.

A veces los envidio;

afortunadamente se me pasa.”

Wislawa Szymborska—“Hay quienes” – “Hasta aquí” ( traducción de Abel Murcia y Gerardo Beltrán)

(Imagen —William Clutz-  1999- Katarina Rich Perlow gallery – artnet)

EL ARTISTA Y EL PÚBLICO

 

 

«Una falsa educación artística – escribe Rilke en  1898 en su «Diario florentino» – ha deformado todas las ideas. El artista es una especie de tía que debe representar, ante sus sobrinos y sobrinas ( el buen público) , una farra dominical: su obra. ¿ Y por qué? Dios mío, simplemente por agradar a Pedro o a Pablo, a quienes no les interesa de ninguna manera, para facilitar su digestión con esa buena idea y permitirles decorar su habitación con esa obra complaciente…

De este modo quisiera el público que fuera el artista. De ahí el temor de los filisteos en presencia de todo aquello que el arte pueda representar de penoso, triste o trágico, de ardiente y excesivo, de espantoso y temible, de todo lo cual su existencia está saturada. De ahí el gusto por la serena indiferencia, lo fácil, lo inofensivo, lo frívolo, lo picante, en una palabra, por ese arte de filisteos, que puede disfrutarse como de una siesta o de un cigarro. Pero el público mismo ejerce de buena gana el papel de un crítico avisado y, aunque reduce al artista a no ser más que una especie de comediante encargado de provocar una alegría que exalta o que relaja, no se satisface en manera alguna. En verdad, parece que existe una correspondencia entre el creador y la multitud y así, hay muchos que no vacilan en hablar con entusiasmo, por una parte, del valor educativo del arte y, por otra, del impulso que el artista recibe del pueblo.

 

 

Sabed, pues, que el arte es un camino hacia la libertad. Cada uno recrea el mundo al formarse, porque cada uno es el mundo. Pero existen otros mil mundos históricos y la mayor parte de la vida se va en compromisos a fin de construir uno para el uso común, agotando así sus mejores fuerzas en esa tentativa. Toda obra de arte significa liberación y estar cultivado no quiere decir otra cosa que estar liberado. De este modo, el arte es el camino de la cultura para el artista, pero solamente su arte y únicamente para él».

 

 

(Imágenes -1- Benny Andrews 1991- artnet/ 2- William Clutz – 1999 – Katarina rich -perlow gallery- New York -verderer orient- artnet/ 3- Yon Sin – 2006 – Andrewshire gallery – los Angeles -usa- arnet)