«Los recuerdos, esas sombras larguísimas
de nuestro breve cuerpo,
ese rastro de muerte
que dejamos viviendo,
los lúgubres y pálidos recuerdos,
helos ya aparecer:
melancólicos, mudos
fantasmas agitados por un viento funesto.
Y tú ya no eres más que un gran recuerdo
clavado en mi memoria.
Ahora puedo decir
que sí me perteneces,
porque algo ha sucedido entre nosotros
irrevocablemente.
Todo acabó ¡tan pronto!
Precipitado y leve
el tiempo nos reúne.
De fugaces instantes urdí un sueño
ya concluido y triste.
Debíamos saberlo, que el amor
quema la vida y acelera el tiempo».
Vincenzo Cardarelli.– «Pasado»
(Imagen.-Ichiro Tsuruta.-The heroine J. 1992.-internetweekly)
