VIEJO MADRID (79) : ELOGIOS ANTES DE QUE FUERA CAPITAL

 

”La región de Madrid es muy templada y de buenos aires y limpios cielos – decía un natural de la Villa antes de que fuera capital -, las aguas muy buenas, el pan y el vino muy singulares de su propia cosecha, y en especial el tinto es muy famoso, y otros vinos blancos y tintos muy buenos, y muchas y buenas carnes de todas suertes, y mucha caza, y montería de puercos, y ciervos, y gamos, y corzos, y muchos y muy buenos conejos, y liebres, y perdices, y diferentes aves, y toros los más bravos de España, de la ribera del río Jarama a dos leguas de Madrid, y muchos caballos y mulas, y todos los otros animales y bestias que son muchas para el servicio de casa y de la agricultura, y además el pan que se dijo de su cosecha se trae de la comarca muy hermoso y blanco; y en grandes abundancias muchas legumbres de todas suertes, mucha y muy buena hortaliza de todas maneras, diversas frutas verdes y secas, de invierno y de verano, según los tiempos.

 

 

El queso de Madrid es de su tierra y es muy excelente, es del mismo pasto que el de la villa de Pinto, que es el mejor queso de España, y tal que no se puede decir mejor el Parmesano de Italia, ni el de Mallorca, ni los de Sicilia, y a todos hace ventaja. Finalmente, todo lo que es menester para alimentar la vida humana lo tiene aquella Villa, excepto pescado fresco de la mar, porque como es el más apartado pueblo de ella de España, no alcanza pescado fresco que de ella venga, excepto besugos en invierno por la diligencia de las recuas que los traen cuando es el tiempo de ellos, pocos días antes y después de Navidad, y es uno de los mejores pescados y más sabrosos del mundo, puesto que dura pocos días. También llegan congrios frescos y de los otros salados vienen muchos y muy buenos, así atunes, pulpos y pescados frescos, y sardinas, y vienen muchas truchas y salmones y muchas anguilas, y otros pescados de río, y de abundancia se traen muchos de escabeches y lenguados.”, escribía de Madrid antes de que se convirtiera en la sede de la Corte de Felipe ll.

 

 

(Imágenes -1-plano de Teixeira/ 2- madrid en 1965- donado por José Luis Berzal Pérez/ 3-Palacio Real -syscrapercit com)

VIEJO MADRID (51) : LOS MERCADOS

vida cotidiana.-56gg.-comer.-Boris Kustodiev.-1920

 

«Este mercado es todo de hierro; por dentro es muy alegre: a la puerta, las verduleras ofrecen ajos, hierbabuena para las lombrices, y de las que venden las verduras dentro del mercado – dice Gutiérrez Solana -, algunas se adornan coquetonamente el pelo con hojas de perejil o un manojito de rábanos.

Entre los sacos húmedos de unas banastas se ven los cangrejos, unos montados sobre otros, luchando por salirse; también venden galápagos y tortugas, que se comen los insectos de la casa, y concluyen por dormirse debajo de los armarios, desapareciendo a la vista durante todo el invierno.

Sobre algunas paredes del espacioso mercado hay montañas de ajos y cebollas que despiden un olor penetrante. Después de levantarnos de la cama parece que al olfatear sentimos más penetrantes los olores de las carnes, de los pescados, de las frutas y de las verduras. El sol naciente ilumina las carnes y las da una transparencia en su oquedad: las vemos al rojo vivo, como si se incendiasen.

 

mercados.ynnggi- Madrid- Mercado de la Cebada- mil novecientos treinta y cinco

 

Solana, en su «Madrid callejero», nos va dando una vuelta por los puestos. » En los balconcillos abiertos que dan a los sótanos, abarrotados de talegos y montones de verduras, aparecen desde arriba como los sótanos de un barco; alrededor de las verjas de estos balconcillos cuelgan muchos cabritos, corderos, conejos y animales domésticos; de las altas persianas de los muros, para que se airee bien este mercado, entran las ráfagas de sutil polvillo de los rayos de sol, y se posa, iluminando la enorme cantidad de banastas llenas de verduras, donde resalta el

 

vida corriente.- comer.- Feliz Vallotton.- naturaleza muerta con pimientos en una mesa blanca,. 1915

 

color verde de las lechugas al lado del verde ceniza de los repollos y coliflores y el tornasolado de la piel de las cebollas y el morado de las remolachas junto al detonante amarillo y rojo de las naranjas.

En estos puestos, numerados, de la carne y el pescado, con la embocadura de sus muestras, que son cuadros pintados al óleo por pintores zapateros, los cajones muestran pinturas muy curiosas: un choricero, cargado de jamones y embutidos, en un fondo de paisaje de aldea, y sus vacas paciendo en un campo muy verde; en

 

mercados-yybb-mercadillo en la Corredera Baja de Aan Pablo- urbancidades wordpress

 

los puestos del pescado aparecen los besugos y los barriles, y las anguilas, desproporcionadas, como enormes serpientes; los bonitos, con cara de persona y gigantescos como ballenas, y los besugos, del tamaño de tiburones; el puerto es muy infantil: pasean señoras con polisón y sombrillas enanas; en el mar,

 

comer.- 8866g.- pescado.- Francois Barraud.- 1932

 

encrespado, se ven  barcos, de vapor y de vela, que echan mucho humo; por una carretera baja un tren y un automóvil, y en el cielo se eleva un globo, que se cruza con un aeroplano; cuelgan de esta muestra las tiras, amarillas y secas, de los

 

mercados-nnyyb- Mercado de la Cebada- fuenterrebollo com

 

congrios; fuera de este mercado, en la calle, le rodean muchos puestos y tenderetes de telas, hortalizas y frutas, y de los palos que sostienen estos tinglados bajan los pesos de acero sobre las banastas y talego; en los encerados negros, de

 

comer-vvgu-Edouard Manet

 

muestra, están escritos con tiza blanca los precios; las verduleras, sentadas en las banastas o de pie, tienen las manos metidas en las toquillas grises, encarnadas o negras, o en los mantones que llevan rodeados a la cintura; en la cabeza lucen el pañuelo, en pico, atado a la frente: los gallos y gallinas, metidos en sus jaulas, cacarean mucho, y son contestados por el penetrante kikiriki que lanzan otros gallos; parece que estamos en un pueblo.»

 

mercados-ynnn-mercadillo de la calle Santa Isabel, junto al cine Doré- urbancidaes wordpress

 

(Imágenes.-1- Boris Kustodiev– 1920/2.-mercado de la Cebada- 1935/ 3-.Felix Vallotton-1915/ 4.-mercadillo en la Corredera Baja de San Pablo- urbanicida wordpress/ 5–Francois Barraud-1932/6-mercado de la Cebada-fuenterroblo. com/ 7. Edouard Manet- 1915/8.-mercadillo de la calle Santa Isabel, junto al cine Doré- urbanicida wordpress)

VIEJO MADRID (43) : LHARDY

Llardy- eesmu- samovar- wikipedia

«Entre los comedores de Lhardy – recordaba en un artículo Luis G. de Cándamo -, el que guarda más secretos de la historia de España es el salón japonés, donde se desarrollaron toda suerte de conspiraciones y conciliábulos. Fue el rincón preferido del general Primo de Rivera para reuniones reservadas de ministros y personalidades de la dictadura, y, por contraste, aquí se decidió el nombramiento de don Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República.

Llardy-44rtt-detalle del salón isabelino-wikipedia

El decorador de Lhardy fue Rafael Guerrero, padre de la actriz doña María Guerrero y el gusto del segundo Imperio, dotado de esa elegancia de alta burguesía, se perfiló en el diseño de la fachada de Lhardy, construida en magnífica madera de caoba de Cuba, como símbolo de las que fueron nuestras provincias de Ultramar.» Lorenzo Díaz, en su «Madrid: bodegones, mesones, fondas y restaurantes desde 1412 a 1990» recuerda que la decoración interior de la tienda, con sus dos mostradores enfrentados y el espejo al fondo, permanece intacta, tal como fue proyectada por Guerrero, y en los diferentes comedores – Salón Isabelino, Salón Blanco y Salón Japonés – se conservan los revestimientos del papel pintado de la época: chimeneas, guarniciones y ornatos, citados en obras de Galdós, Mariano de Cavia, Azorín o Ramón Gómez de la Serna.

Lhardy-eerrt- publicidad en ABCEn las interesantes biografías de Lhardy – la de Julia Mélida y la de José Altabella -se evocan algunas de las habitaciones que para determinados huéspedes de calidad se situaban en la última planta, por ejemplo – apunta Mélida -, » el imaginario Fernando Calpena, héroe galdosiano de «Los Ayacuchos», que el marqués de Salamanca verdadero logra aposentar allí a su paso por Madrid.» Y anota a su vez Lorenzo Díaz que tales habitaciones las cedía el dueño a clientes amigos  y  Sarasate y Mazzantini las ocupaban durante su estancia en Madrid.

Llardy-gbn-salón isabelino- wikipedia

Ahora Lhardy comparte sus 175 años de historia en papel con la Biblioteca Nacional y la opulenta consola que sostiene la fina botillería de la tienda abre paso al interior de los comedores donde se celebraron famosas cenas, muy elogiadas por especialistas de la talla del doctor Thebussem. O también banquetes célebres, como el ofrecido por Arturo Serrano a Jacinto Benavente en reconocimiento a uno de sus éxitos teatrales o el que quiso brindar un grupo de intelectuales al diestro Manolete.

Llardy-e- eeffy- interiores

En la trastienda de Lhardy, a partir de las ocho y media de la tarde, se reunían en los años cincuenta Zuloaga, Domingo Ortega, Chueca Goitia, Julio Camba, Antonio Díaz- Cañabate o Luis Miguel Dominguín que se cubría muchas veces con su clásica capa española.

Llardy-vvyyu-fachada de Llardy- wikipedia

Vieja estampa madrileña del caldo y el jerez, las barquichuelas de ensaladilla, las calientes croquetas o los suaves emparedados antes de adentrarse en las comidas exquisitas escoltadas por generosos vinos.

Llardy-rrdd interior-wikipedia.

(Imágenes.-1, 2, 4, 5, 6 y 7.-Lhardy.-wikipedia/ 3- cartel sobre Lhardy en el periódico ABC)

VIEJO MADRID, 2009 (4)

 

Botin.-escaparate.-3.-11 agosto-2009Cuando me acerco al escaparate de Botín parece que viniera Galdós por esta acera y con él toda la novela española del XlX. «La novela está en las calles y en las casas de Madrid, en cada  calle, en cada casa. Allí hay que verla», dijo uno de sus mejores estudiosos. Efectivamente estoy aquí, delante de Botín, pero sobre todo en medio de «Fortunata y Jacinta«, asomado al capítulo lV de la Primera Parte, y oigo decir a Galdós  hablando de Barbarita, que «como supiera la dama que su hijo frecuentaba los barrios de Puerta Cerrada, calle de Cuchilleros y Cava de San Miguel, encargó a Estupiñá que vigilase, y éste lo hizo con muy buena voluntad llevándole cuentos, dichos en voz baja y melodramática:

Anoche cenó en la pastelería del sobrino de Botín, en la calle de Cuchilleros…¿sabe la señora? Tambien estaba el señor de Villalonga y otro que no conozco, un tipo así…¿cómo diré? de esos de sombrero redondo y capa con esclavina ribeteada. Lo mismo puede pasar por un randa que por un señorito disfrazado«.

Botín.-2.-11-agosto.-2009

Entonces doy unos pasos hacia atrás para ver el establecimiento desde más lejos. Esta «Antigua Casa Sobrino de Botín» se encuentra en la calle de Cuchilleros y Pedro Ortíz Armengol, el máximo especialista en «Fortunata«, recuerda que la tal Casa alega su antigüedad de 1590, si bien el actual edificio y el horno de asar datan de 1725. Hacia 1860 (Galdós escribe «Fortunata y Jacinta» desde diciembre de 1855 hasta junio de 1887) se instaló en la planta baja pastelería, subsistiendo el horno de asados. Una y otra la menciona Galdós en muchas ocasiones, puesto que el novelista conoce al detalle todos estos sitios. ·En «Fortunata y Jacinta» ,  novela que se desarrolla en 1869-76, la Plaza Mayor es una plaza venida a menos – dice Armengol -, es la recién destronada, pero todavía con un bien vivo prestigio centenario. En ella y en sus aledaños ocurren cien cosas: junto a la Casa de la Panadería, en Cuchilleros, Arco de 7 de Julio, calle de Felipe lll, la de Toledo, el propio monumento al rey Felipe…Pero ,sobre todo, los balcones de Estupiñá y, encima, la barandilla de la terraza de la casa número 11 de la Cava, con trasera – que es delantera – a la Plaza…».

Plaza Mayor.-agosto.-2009

Antes de que vengan los turistas cruzo la Plaza Mayor, es decir,  cruzo del siglo XlX al XXl. Dejo a un lado la historia de los tres grandes incendios que sufrió esta Plaza: el de 1631, el de 1672 y el de 179o. El humo de tantos acontecimientos cambió aquellas casas primeras de madera y de 75 pies de altura, aquellos sótanos abovevados y las fachadas de ladrillo rojo visto a las que se abrían los balcones. Desde tales balcones se contemplaron toros, cañas y autos de fe. La servidumbre de los inquilinos de aquellos balcones obligaba a cederlos para su distribución por riguroso turno de jerarquía  y etiqueta o bien para ser vendidos como localidades. Balcones como ojos, ojos de cristal, ojos que miran el rostro del tiempo.

Paso, pasa mi tiempo ante esos balcones. Voy hacia el Mercado de San Miguel.

Mercado de S. Miguel.-1 Al entrar enseguida en este Mercado de San Miguel, el único mercado de hierro que ha llegado hasta nuestros días, el siglo XXl es ya plena gastronomía. Galdós hubiera escrito páginas memorables sobre este recinto de planta baja con estructura metálica de soportes de hierro fundido que ahora se ha remozado y desde cuyo interior se mezclan colores y olores  inusitados. Los turistas que se han asomado al XlX en Botín y que han cruzado platos y mesas del XX vienen ahora a ver qué se come aquí, en el siglo XXl. Madrid siempre ha brillado en gastronomía. Por la mañana -según el tiempo – la ciudad se ha desayunado con aguardiente y churros, con chocolate y buñuelos; las comidas Madrid las ha hecho muchas veces con sopa de pan, cocido madrileño, requesón de Miraflores con azúcar, rosquillas de Fuenlabrada, vino de Arganda. Otros madrileños han preferido la tortilla de escabeche de bonito con ensalada de huevos, tomate y pimientos; al fin, si era también su tiempo, una sandía. Otros, en la mesa de al lado, escogieron callos a la Madrileña, ensalada, bartolillos de crema, melón de Villaconejos. Y aún hubo quien se decidió por la ensalada de berros del Lozoya, el besugo a la Madrileña y acabó con el requesón de Miraflores con fresas de Aranjuez y unas almendras de Alcalá, de las monjas de San Diego.

Al fin  se retiraron los platos y yo me retiré también hacia la Cava de San Miguel dando un paseo, para ver más cosas.

(Imágenes: Madrid, agosto 2009 : 1.-detalle del escaparate de «Botín»/ 2.-fachada del restaurante «Sobrinos de Botín»/ 3.-Plaza Mayor/ 4.-Mercado de San Miguel en la actualidad.- fotos JJP)