LECCIONES DE PAUL KLEE

figuras.-21saa.-Paul Klee.-1923.-coleción privada.-Kunst Artistes Sociedad de Derechos ARS.-Nueva York

«Pinté muy temprano en las afueras de la ciudad, una luz ligeramente difusa, suave y clara. No había niebla. – escribe Paul Klee en su Diario el 16 de abril de 1914,  en Túnez -(…) Por la noche, a vagar por las calles. Llegamos a un café en la acera. Era un anochecer de colorido tenue a la vez que bien definido. Virtuosos de juegos de mesa. Una hora feliz. (…) Dejo ahora el trabajo. Me siento tan profunda y suavemente compenetrado con el ambiente, lo siento y me siento seguro, sin esfuerzo. El color me tiene dominado. No necesito buscarlo fuera. Me tiene para siempre, lo sé bien. Y éste es el sentido de la hora feliz: yo y el color somos uno. Soy pintor«.

jardines.-67nnj.- Paul Klee.-1914.-recuerdo de un jardín

Estas palabras, calificadas por muchos especialistas como jubilosa epifanía, marcan un rumbo y un destino en el artista. De los apasionantes «Diarios» de Klee ya hablé en Mi Siglo al referirme a las relaciones entre pintura y música. Al día siguiente de ese «descubrimiento» – el viernes 17 de abril – Klee escribe: «Por la mañana volví a pintar en las afueras de la ciudad, cerca de la muralla, sobre un montículo de arena. Luego caminé solo, porque me sentía demasiado pleno; salí por un portal, hacia unos árboles. Rarezas y rareza. Ya cerca descubrí que se trataba de un pequeño parque. Un estanque lleno de plantas acuáticas, ranas y tortugas. Regresé a través de los jardines llenos de polvo de la ciudad, y pinté de pie una última acuarela».

figuras.-5fyyu.-Paul Klee.- viento Sur en el jardín de Marc-,.1915

Paul Klee pinta y a la vez- a lo largo de su vida-  imparte lecciones. En 1924, en Jena, dirá: «El artista penetra las cosas que la naturaleza le coloca, ya formadas, ante su vista. Cuanto más en profundidad mira, tanto más fácilmente relaciona los puntos de vista de hoy con los de ayer, y tanto más se graba en él, en lugar de la imagen definida de la naturaleza, la imagen esencial de la creación como génesis. Él se permite también pensar que la creación no puede estar hoy enteramente terminada, y extiende, así, esta acción creativa del mundo del pasado al futuro.»

teatro.-5ggy.-Paul Klee.-máscara del actor.-1924.-colección MONA

Ahora la Fundación Juan March, en Madrid, ofrece el legado pedagógico del artista suizo que fue maestro de la Bauhaus durante diez añospresentando sus «aportaciones para una teoría de la forma pictórica» (Notas de clase)

pintores.-bgb.-Paul Klee.-esta flor quiere desaparecer.-1939

Pinturas y lecciones a la vez en uno de los artistas más sugerentes.

(Imágenes:–Paul Klee.: 1-1923.-colección privada.-Kurnst Artistes Sociedad de Derechos ARS,.Nueva York/ 2.-recuerdo de un jardín.-1914/3.- viento sur en el jardín.-1915/4- máscara del actor.- 1924.-colección MONA/ 5 -esta flor que quiere desaparecer.-1939)

JUAN MARICHAL Y LA VOLUNTAD DE ESTILO

«Amigo mío – decía Jovellanos en  1799 -, la naturaleza ha dado a cada hombre un estilo, como una fisonomía y un carácter». Lo recordaba Juan Marichal en 1957 como prólogo a su libro La voluntad de estilo ( Seix Barral). «El estilo es camino – decía por su parte Unamuno – , y es a la vez lo que camina como es un río. No un camino por el que se va, sino un camino que nos lleva». «El prosista siempre está en compañía»- recordaba también Amado Alonso-. No hay estilo individual que no incluya en su constitución misma el hablar común de sus prójimos en el idioma, el curso de las ideas reinantes, la condición histórico-cultural de su pueblo y de su tiempo». «El que no tenga nada que afirmar no tiene estilo ni puede tenerlo – comentaba a su vez Bernard Shaw -. El que tenga algo que afirmar alcanzará un poder de estilo tan grande como la importancia de su afirmación y la fuerza de su convicción lo permitan». Azorín, cuando recogía la frase de Juan de Valdés «escribo como hablo», matizaba que la fórmula era buena, según fuera quien hablara. «El  estilo –  (seguía Azorín) –  dicen otros que consiste en la eliminación; se impone eliminar lo accesorio y dejar lo sustancial. Pero se preguntaba: «¿ quién nos enseñará el arte de la eliminación? ¿Quién se lo enseña a los pintores que lo practican?». Por último Azorín igualmente recordaba que «el estilo estriba en la maestría para condensar. Pero poner en práctiva esa fórmula es tan difícil – si no imposible  – como las anteriores. Imposible si no se tiene el don innato».

(Pequeñas incursiones sobre el estilo –   forma y modo que nos abre compañías, camino que nos lleva – en el día de la muerte de Juan Marichal)

(Imagen: Juan Marichal.-Fundación Juan March.)