PAISAJES DE PESSOA

 

 

”Disfruté anticipadamente el placer de ir, una hora para allá, una hora para acá, viendo los aspectos siempre diferentes del gran río y de su desembocadura atlántica – escribe Pessoa con motivo de un viaje a Cascaes -. En verdad, al ir, me perdí en meditaciones abstractas, viendo sin ver los paisajes acuáticos que me alegraba ir a ver, y al volver me he perdido en la fijación de estas sensaciones. No sería capaz de describir el más pequeño pormenor del viaje, el más pequeño trecho de lo visible”.

 

 

Ahora que el museo Reina Sofía en Madrid consagra a Pessoa y su mundo una nueva exposición, vuelve uno a sus paisajes interiores y exteriores, tan bien estudiados por Ángel Crespo. “Las sombras rotas de los follajes, el canto trémulo de las aves, los brazos extendidos de los ríos, estremeciendo al sol su lucir fresco, los verdores, las amapolas, y la simplicidad de las sensaciones –  al sentir esto, siento nostalgia/ de ello/, como si al sentirlo no lo sintiese”. Lisboa, en otro fragmento, le hace pensar y decir : “Los pormenores de la calle sin animación por la que muchos andan se me destacan con un alejamiento mental: los cajones apiñados en el carro, los sacos a la puerta del almacén del otro, y, en el escaparate distante de la tienda de ultramarinos de la esquina, el vislumbre de las botellas de ese vino de Oporto que sueño que nadie puede comprar. Se me aísla el espíritu de la mitad de la materia. Investigo con la imaginación. La gente que pasa por la calle es siempre la misma que ha pasado hace poco, es siempre el aspecto fluctuante de alguien, manchas de movimiento, voces de incertidumbre, cosas que pasan y no llegan a suceder.”

 

 

“ Pero hay días en que éste es el paisaje que me pertenece, y en el que entro como un figurante en una tragedia cómica. Estos días estoy equivocado, pero, por lo menos en cierto modo, soy más felíz. Si me distraigo, me creo que tengo realmente casa, lar, a donde volver. Si me olvido, soy normal, reservado para otro fin, cepillo otro traje y me leo un periódico entero.

Pero la ilusión no dura mucho, tanto porque no dura como porque se hace de noche. Y el color de las flores, la sombra de los árboles, la alienación de paseos y arriates, todo se esfuma y se encoge. Por cima del error de que yo sea un hombre de repente , como si la luz del día  fuese un telón de teatro que se escondiese para mí, el gran escenario de las estrellas. Y entonces olvido con los ojos el patio de butacas amorfo y espero a los primeros actores con un sobresalto de niño en el circo.”

 

 

(Imágenes -1- Pessoa por las calles/ 2, 3 y 4 – Rui Palha)

VIAJES POR EL MUNDO (4) : LISBOA

mar.-55ffy.-ríos.-ciudades.-Lisboa.-Eduardo Gageiro.-Lisboa

 

«Apenas amanece, te me apareces posada sobre el Tajo como una ciudad que navega. Es natural: cada vez que me encuentro en alturas desde las que creo abarcar el mundo, en la cima de un mirador o sentado en una nube, te veo ciudad- nave, barca con calles y jardines por dentro, y hasta la brisa que corre me sabe a sal. Hay olas de mar abierto dibujadas en tus calzadas; hay anclas, hay sirenas. El combés, en ancha plaza con una rosa de los vientos bordada en el pavimento, está gobernado por dos columnas surgidas

 

ciudades.-r5bbn.-Lisboa.- 1956 -música.-Eduardo Gageiro

 

de las aguas, que montan guardia de honor a la partida hacia los océanos. Parecen flanquear la proa o ésa es la impresión que dan; detrás, a pocos pasos, un rey-niño sobre un caballo verde está mirando a través de ellas hacia el otro lado de la Tierra y a sus pies se ven nombres de navegantes y fechas de descubrimientos inscritos en basalto sobre la plaza batida por el sol. Enfrente corre el río hacia los meridianos del paraíso. Es el Tajo al que cronistas alucinados pueblan de tritones que cabalgan sobre delfines.

 

ciudades.-reebb.-Lisboa.-calles.-Gérard Castello-Lopes.-1957

 

(…) Pero  esto no es sólo luz y río, como bien sabes. No es sólo geografía, revelaciones o memorias, ni el vacuo palabrerío de los manuales y de los oradores fracasados. Hay voces y olores reconocibles – olores, claro que sí: el del pescado en sal y  barrica de las tiendas de la Rua do Arsenal, sin ir más lejos; el del mar, a ciertas horas, en los muelles del Tajo; el de las noches de verano en los jardines de A Lapa; el de los almacenes de aparejos marineros entre Santos y el Cais do Sodré; el del pescado asado a la parrilla a la puerta de las tascas en rincón o travesía, desde el Bairro Alto a Carnide; y, en el invierno, por las calles, el olor humeante de las castañas asándose en los hornillos de los vendedores ambulantes».

José Cardoso Pires – «Lisboa – Diario de a bordo»

 

ciudades.-tyuu.-lluvia.-Lisboa 1956.-foto António Sena da Silva

 

(Imágenes -1-Lisboa- Eduardo Gageiro/ 2.-Lisboa- Eduardo Gageiro- 1956/ 3.-Lisboa-Gerard Castello Lopes -1957/ 6.- Lisboa-António Sena da Silva- 1956)

UN OFICINISTA

 

oficina- nht- drafthouse com

 

«Un oficinista es una persona entre los dieciocho y los veinticuatro años. Los hay mayores, aunque no los tomamos en cuenta aquí. Un oficinista es formal, tanto en su indumentaria como en su estilo de vida. Los informales los soslayamos. De esta última clase, dicho sea de paso, hay poquísimos. Por lo general el oficinista no manifiesta el menor gracejo; si lo hiciera, sería un oficinista mediocre. Un oficinista se permite muy pocos excesos; por lo general no es de temperamento fogoso; por el contrario, posee laboriosidad, tacto, capacidad de adaptación y un sinfín de cualidades tan excelsas que un hombre tan humilde como yo no osa mencionarlas, o apenas se atreve. Un oficinista puede ser una persona muy cordial e intrépida. Conozco a uno que en un incendio desempeñó un papel destacado en las tareas de salvamento. En un abrir y cerrar de ojos, un oficinista deviene en un salvador, por no decir en un hèroe novelesco. ¿Por qué los oficinistas se convierten tan raramente en héroes en las novelas? Es un craso error, que hemos de reprochar seriamente a la literatura patria. Tanto en la política como en los asuntos públicos la formidable voz de tenor del oficinista resuena menos que nada. ¡Sí, que nada! Hemos de subrayar algo por encima de todo: ¡los ofinistas son de temperamento rico, espléndido, original, magnífico! Rico en todos los sentidos, espléndido en muchos, original en todo y por descontado magnífico.

 

oficina- mui- El proceso- Orson Welles- mundodvd com

 

Su talento para la escritura convierte fácilmente a un oficinista en escritor. Conozco a dos o tres cuyo sueño de convertirse en escritores ya se ha cumplido o está en vías de cumplirse. Un oficinista es más un amante fiel que un  bebedor de cerveza fiel, de lo contrario, lapidadme. Posee una especial inclinación para el amor, y es un maestro en toda suerte de galanterías. En cierta ocasión oí decir a una señorita que preferiría casarse con cualquiera antes que con un oficinista, porque eso solo significaba un acopio de miseria. Yo digo, sin embargo, que esa chica debe haber tenido mal gusto y peor corazón todavía. Un oficinista es recomendable desde todos los puntos de vita. Apenas hay criatura de corazón tan puro bajo el sol. ¿Acaso un oficinista asiste complacido a reuniones subversivas? ¿Es por ventura tan desordenado y altanero como un artista, tan avaricioso como un campesino, tan arrogante como un director? Director y oficinista son dos cosas diferentes, unos mundos tan distantes  entre sí como la Tierra y el Sol. No, el espíritu de un oficinista de comercio es tan blanco y pulcro como el cuello alto que lleva, y ¿quién ha visto a un oficinista con otro atuendo que no sea un impecable cuello alto? ¿Quién?, me gustaría saber».

Robert Walser– «Desde la oficina» (Siruela)

 

gentes-vyee-vida cotidiana.ciudades- Paolo Nozolino

 

(Imágenes.-1.-drafthouse com/ 2.- El Proceso- Orson Welles- mundovd com/3.-Paulo Nozolino)

SOBRE LAS PALABRAS NOS DORMIMOS

lectura-dsd-Nguyen Hoang Hiep

«Sobre las palabras nos dormimos

nos despertamos en las palabras

a veces son bondadosas

sustantivos sencillos

bosque o barco

se separan de nosotros

el bosque se pierde rápidamente

tras la línea del horizonte

el barco zarpa

sin rastro ni razón

lectura.-00c.-Milôs Budik

peligrosas son las palabras

que se desprendieron de la totalidad

fragmentos de frases o de sentencias

inicios del estribillo

de un himno olvidado

libros.- rtbh.- lectura.-.- Helena Almeida

«salvados serán los que…»

«recuerda que…»

o «como»

un alfiler menudo y punzante

que ensamblaba

la más hermosa metáfora

que el mundo hubiera perdido

lectura.-288s.-Ari Marcopoulos--2005.-cortesía del artista y Rena Bransten Gallery-San Francisco

es menester soñar pacientemente

teniendo esperanza en que el texto se complete

que las palabras que faltan

se integren en esas frase tullidas

y que la certeza que esperamos

eche el ancla.»

Zbiniew Herbert.-«sobre las palabras nos dormimos» – «Inscripción» (1969).-(traduccción de Xaverio Ballester)

(Imágenes:- 1.- Nguyen Hoang Hiep.-Sonny World Photography 2013/ 2.Milós Budík/3- Helena Almeida/ 4–Ari Marcopoulos.-2005.-cortesía del artista y Rena Braunsen Gallery.- San Francisco)

OJOS

rostros.-8uuh.-Ira Bordo

» Me has acorralado

y con odio agarrado mis solapas,

me has empujado hacia un rincón

y me has golpeado

hasta dejar tinto de sangre

el aire mismo,

y así y todo,

he aquí que todavía me levanto

y mirándote te digo:

ahora mismo,

en este momento lo decido,

haré donación de mis ojos

aunque tenga que llevarlos

mi asesino.»

Clara Janés.- «Ojos» («Libro de Alienaciones») 1980

1090CGALLEGO- 74.

(Imágenes.- 1.- Ira Bordo/ 2.- Helena Almeida.- 1979)