VÍA LACTEA

cielo.-41ki.-Eclipse rotal.-Winnipeg.- Canadá.-foto Henry Groskinsky.-1979

«Es igual que un arroyo, la Vía Lactea,

a cuyos lados lucen las margaritas.

Medio anillo, el Creciente.

Y una mano, las Pléyades, que le señalan.

Mira la luna: es

barca de plata,

que acusa el peso

de la carga de ámbar.

Las Pléyades parecen

el lento palanquín de una camella

a la que el camellero

azuza, fastidiado, hacia Occidente.

Refulgen, tan brillantes,

que son igual que frascos

en que tiembla el azogue.

Tu talle es una rama sin fisuras.

Y tu rostro es un sol,

con el día en tu cuerpo».

Ibn Al-Mutazz:

cielo.-rgoggv-Fridtjof Nansen.-1912

(Imágenes:-1.-eclipse total.-foto Henry Groskinsky.-Winnipeg.-Canadá.-1979/ 2-.dibujo de una aurora –Fridjof Nansen.-1912.-environmentandsociety.org)

LOS NOMBRES DE LAS ESTRELLAS

De vez en cuando cruzan las estrellas los libros, las páginas, los ojos, navegan sus nombres luminosos por espacios oscuros, alumbrando de luz. Viajan como ejércitos serenos, en carromatos encendidos, polvos que descienden y se amplían, se curvan en constelaciones, sus mapas marcan a los viajeros las innumerables bellezas del firmamento de la noche.

De vez en cuando cruzan los grupos de estrellas contornos imaginarios transformándose en grupas de animales, agitando sus colas, dibujando perfiles en la esfera celeste. De vez en cuando sus cuerpos se elevan, los puntos se reparten, los puntos espolvorean su mínimo resplandor. De vez en cuando el lomo de una estrella está cerca del horizonte de su vientre y la cola de la serpiente luminosa abre sus mandíbulas abiertas.

De vez en cuando uno se queda mirando al cielo inacabable, la noche inacabable, la procesión de infinitas estrellas de las que nunca sabremos su nombre.