COETZEE Y LOS LIBROS AUSENTES

 

 

“ Si nos olvidamos de todos los ejemplares del libro que uno ha escrito que van a desaparecer, que se van a convertir en pulpa porque no van a encontrar comprador, que alguien va a abrir para leer un par de páginas y luego olvidarlo y dejarlo a un lado para siempre, que van a ser olvidados en hoteles de playa o en trenes, si nos olvidamos de todos esos ejemplares perdidos – así lo va expresando Elizabeth Costello, el personaje creado por J. M. Coetzee -, tenemos que pensar que hay por lo menos un ejemplar que no solamente alguien va a leer, sino que lo va a cuidar, le va a dar una casa y un lugar en una estantería, que va a ser suyo a perpetuidad (…) Pero, por supuesto, el Museo Británico o ahora la Biblioteca Británica no van a durar para siempre. También se hundirán y acabarán en ruinas, y los libros de sus estanterías se convertirán en polvo. Y de cualquier modo, mucho antes de que eso pase, a medida que el ácido vaya royendo el papel, a medida que aumente la demanda, los libros feos y no leídos y no deseados serán trasladados a algún otro edificio y metidos en una incineradora, y todo rastro de ellos desaparecerá del catálogo principal. Después será como si no hubieran existido nunca.

 

 

He ahí una visión alternativa de la Biblioteca de Babel, más inquietante para mí que la visión de Jorge Luis Borges. No una biblioteca donde coexisten todos los libros imaginarios del pasado, el presente y el futuro, sino una biblioteca de la que están ausentes todos los libros que realmente fueron imaginados, escritos y publicados. Ausentes incluso de la memoria de los bibliotecarios. Ya no podemos confiar en que la Biblioteca Británica ni la Bibliteca del Congreso nos salven del olvido, no más que en nuestra propia reputación.”

Coetzee ha estado estos días en Madrid firmando ejemplares en la Feria del Libro y no sería extraño que, observando los estantes y las casetas, no haya querido dar una vuelta más a estos pensamientos.

 

 

(Imágenes – 1- Coetzee- nmopi/  2- biblioteca personal de Alberto Manguel- studio bibliográfico amuleto/ 3- biblioteca del palacio y convento de Mafra-  Lisboa – curious expeditions)

ACOMPAÑANDO AL LIBRO

Para ir a la Feria del Libro de Madrid, Yasue, la dama del color de las cerezas precoces – uno de los personajes de mi última novela «Mi abuelo, el Premio Nobel» (Editorial Funambulista)  -» lleva días encerrada misteriosamente en su cuarto arreglando su tocado y preparándose para la ceremonia. Amenuhka me ha susurrado lo que a hurtadillas le ha visto hacer a la japonesa: Yasue – me dice mi prima –  ha extendido sus largos cabellos brillantes e inmensamente largos, los ha separado por la mitad y los ha hecho caer libremente sobre sus espaldas en grandes cascadas negras; luego los ha teñido suavemente de una tenue tintura violeta, los ha envuelto en perfume de naranja sutil y los ha cubierto con ramitas de hojas más o menos teñidas de rojo para recogerlos en torno a su cara blanca. Después Yasue – me sigue contando Amenuhka – ha estado dudando entre un gris pálido y un color crepúsculo para una de sus túnicas; se ha pintado sus párpados melancólicos, se ha probado un vestido de dibujos de glicinas, lo ha cambiado por otro de envoltura de bambú simulando nata, ha abierto las dos lunas de su espejo y ha metido sus brazos en dos mangas de amarillo gardenia con guantes color algas. Luego Yasue ha vuelto a quitarse los guantes y ha bañado la delicadeza de sus manos en olor a membrillo y a manzana y ha pasado el pincel sobre sus cejas depiladas; se ha probado unos diminutos zapatos color jade, se ha apartado de la frente una nube errante y ha vuelto a cambiar esos zapatos por otros color hierba seca del jardín. Más tarde se ha probado una túnica color arco iris barriendo el sol y al fin se ha decidido por un quimono de dibujo de tela de araña en oro con mangas de seda damasquinada.

-¿Todo eso? – le digo a Amunhka.

– Sí. Luego ha tomado unas ramas de crisantemos a punto de florecer y ha dado tres pasos adelante y tres pasos atrás ante el espejo para verse bien». («Mi abuelo, el Premio Nobel«, páginas 116-117)

Así piensa ir Yasue, uno de los personajes de mi novela, a la Feria del Libro, donde en la caseta 321 firmaré ejemplares el domingo 12 de junio de 6 a 9 de la tarde.

«MI ABUELO, EL PREMIO NOBEL»

La publicación de un nuevo libro siempre es una fiesta para el autor – y supongo que también para los lectores. Aparece hoy mi novela «Mi abuelo, el Premio Nobel» (Editorial Funambulista) que supone el octavo de mis libros. Muchas de estas páginas se han podido leer antes en Mi Siglo – con el título provisional de «Nosotros, los Darnius«- , pero el conjunto de la historia completa está ahora aquí, en este volumen, narrando la vida, las aventuras y la imaginación del escritor Dante Darnius, el escritor que no puede escribir. Como reza la contraportada del libro, «contada por su nieto, en esta novela se narra la increíble historia del escritor Dante Darnius, incapaz de llevar sus creaciones al papel pero invadido siempre por prodigiosas ideas y maravillosas historias que cuenta a su familia conforme se le van ocurriendo. La potencia de su imaginación y su capacidad creadora no pasará inadvertida en Estocolmo, y se le concederá el Premio Nobel de Literatura al escritor que no ha escrito nunca nada pero que todo lo lleva en la cabeza, una mente repleta de historias y asombrosas fabulaciones«.

Siempre se dice que los escritores tenemos devoción por ciertos personajes y en este caso es verdad. Dante Darnius no esconde el «miedo escénico» oculto en todo creador y a la vez expone cuanto en su imaginación le bulle constantemente.

«¿ Es difícil escribir, Dante? – le interroga con curiosidad su nieto.

– Sí, sí que es difícil…

– ¿Pero qué es más dificil, pensar una historia o llevarla al papel?

-Las dos cosas. Yo, como no he llevado casi nada al papel, no sé si eso es difícil. Para mí es dificilísimo. Pero también es muy complicado crear una historia«.

Y en otro momento del libro Dante se confiesa:

«-A un escritor no hay nada que reconocerle. Es un oficio más, una tarea más. ¿Es que hay que reconocer todos los oficios? ¿Es que los demás oficios se reconocen?.»

Quiero agradecer desde aquí muy de verdad a la Editorial Funambulista el esmero y la calidad que ha puesto en esta edición tan cuidada en todos los detalles.

«Mi abuelo, el Premio Nobel» estará en todas las librerías dentro de dos semanas. En estos momentos se encuentra solamente en la Feria del Libro de Madrid, y como los escritores debemos acompañar a nuestras criaturas, allí firmaré ejemplares diversos días, entre ellos el domingo 29 de mayo por la tarde, en la caseta 321.