SOBRE EL MIEDO ESCÉNICO

 

cine-ggbbu-mujer-rostros- Greta Garbo- Clarence Sinclair Bull

 

Ahora que se vuelve a hablar del miedo escénico, se escuchan las palabras de Greta Garbo en 1929 que fue narrando Mordaunt Hall al entrevistarla: «Aunque nunca había hecho teatro, un amigo suyo le pidió que actuase en «Resurrección», cuando aún estaba en Estocolmo. Ella, en un momento de irreflexión, había consentido en hacerlo.

Llegó incluso a memorizar el papel y estudiar al personaje. Tenía confianza en sí misma, pero la noche anterior al ensayo general con vestuario había empezado a ponerse nerviosa y no había logrado pegar ojo. Llamó a su amigo para pedirle que fuese a verla y le dijo que no le iba a ser posible actuar. No había conseguido dormir. Ni los ruegos ni las protestas consiguieron hacerle cambiar de opinión. Sencillamente, se sentía incapaz de ponerse delante de unas candilejas.»

 

cine-riijj--Greta Garbo- Clarence Sinclair Bull

 

«Uno de los casos más sonados de miedo escénico- se ha recordado estos días en la prensa – fue el de Barbra Streisand, que en el año 67, durante una presentación en vivo, era tal su miedo, que olvidó la letra de su canción. Tuvieron que pasar 27 años para que volviera a salir a un escenario tras superar esa fobia a cantar ante una multitud.

Otro de los grandes artistas que ha sufrido en algún momento de su carrera el miedo escénico es Robbie Williams, que en 2009 paralizó su gira por el pánico escénico que lo paralizaba. Según dijo Williams en una radio británica, el miedo le hizo decir que no a una gira mundial. “Tengo un enorme pánico escénico, horrible, horrible. Se vuelve cada vez peor a medida que envejezco”. Dos años y medio después, Williams volvió a subirse a un escenario.»

El miedo escénico prosigue. A veces es una sombra que atenaza a los actores.

 

teatro-nnnggo-Everett Shinn- mil novecientos seis

 

(Imágenes.- 1 y 2 -Greta Garbo por Clarence Sinclair Bull/ 3.-Everett Shinn- 1906)

 

SONREIR EN UN BLOG (6) : TOSES EN EL TEATRO

En varias ocasiones han aparecido en Mi Siglo distintas variaciones sobre la sonrisa y el humor.

«En aquellos tiempos- contaba Miguel Mihura en sus «Memorias» al hablar del teatro – no se oían esas tosecillas ridículas que se oyen ahora, tan contenidas y discretas. Entonces se tosía virilmente, a todo toser, y muchas noches las toses eran tan fuertes, que había que suspender la representación y darla al día siguiente, por la mañana, si hacía buen tiempo. Y la causa de esto es que la afición al teatro era tan grande, que no sólo asistían a las funciones los que estaban acatarrados, sino también los que tenían bronconeumonía, pulmonía, apendicitis, tos ferina y otras enfermedades terribles. Y en muchas se veían enfermos gravísimos tapados con mantas hasta los ojos, y en algunos palcos había moribundos, asistidos por el médico y rodeados de su familia, que no dejaba de darles jarabes y medicamentos.

El teatro entonces sí que valía la pena».

(«El humor -explicaba Mihura – es verle la trampa a todo, darse cuenta de por dónde cojean las cosas; comprender que todo tiene un revés, que todas las cosas pueden ser de otra manera, sin querer por ello que dejen de ser tal como son, porque esto es pecado y pedantería»)

Como decía la señora Gamp, el personaje de Dickens – y así lo recuerda Paul Johnson en su libro sobre  los «Humoristas» -,» qué maravilloso es, cuando se vive en constante lamento, que alguien te haga sonreír».

Quizá por todo eso, dados los tiempos que vivimos, conviene que de vez en cuando asome una sonrisa en un blog.

(Imágenes.- 1.-Everett Shinn.-1908.-Museum of American Art.-Nueva York/2.-Mary Cassatt.-1878 – Museo de Bellas Artes.-Boston)