SUAVE LUZ DE LA LUNA

 

 

“La luna ilumina con su luz suave, que es un reflejo de la luz solar, nuestras noches, y es testigo de los besos de las muchachas y las jovencitas. Es el auténtico amigo de la casa y el primer calendario de nuestra tierra… También es muy posible que el cuerpo celeste albergue a todas las criaturas posibles  e imposibles de formas y propiedades extrañas, que puedan contarnos todo mejor, y que en su noche también se alegren con el brillo de la Tierra. Quizá allí sus gentes crean que la Tierra gira en torno a la Luna y que aquella está allí por ellos, y que nosotros podamos contarles todo mejor. “

Johann Peter Hebel

 

 

(Imágenes—1-Gao  Xingian/ 2-Edward Hopper-1907)

RECUERDO UN CISNE BAJO LOS SAUCES

cisnes-dgh-Konstantin Vasiliev- cisnes-mil novecientos sesenta y siete- 01varvara

«Recuerdo un cisne bajo los sauces de Oxford,

con pies color flamenco como hoja de arce.

Inspeccionaba como un barco

de guerra. Escepticismo y meticulosidad consciente eran

ingredientes en su

apatía para moverse. Por fín, su desdén

no resistió su

inclinación a valorar plenamente los trocitos

de comida que el arroyo

alejaba de él; escapó con lo que le di

de comer. He visto al cisne y

te he visto a ti; he visto ambición sin

lucidez en formas diversas».

Marianne Moore.«La Irlanda de Spenser» (traducción de Olivia de Miguel)

cisnes-dedd-Emil Engelmann- Helias el caballero de los cisnces-Stugart- mil ochocientos ocenta y nueve- oldbooksillustrations

(Imágenes:- 1-Konstantín Vasíliev.-cisnes-1967-01varvara/2.-Emil Engelman-Helias, el caballero de los cisnes- Stugart- 1889-oldbookkillustrations)

CARTAS A FELICE

escritores.-7nhh-Franz Kafka

«Estimada señorita – le escribe Kafka a Felice Bauer el 28 de septiembre de 1912 -, disculpe que no le escriba a máquina, pero tengo tanto que escribirle, la máquina está ahí fuera, en el pasillo, y además esta carta me parece tan apremiante (….)»

Era la segunda carta que le escribía tras haberla conocido apenas un mes antes, el 13 de agosto. Kafka tenía entonces 29 años, Felice 25. En alguna ocasión he hablado aquí de las «Cartas a Felice», sobre todo cuando él le pregunta a ella sobre alguna explicación para «La condena«, relato al que el escritor aún no le había encontrado sentido.

Kafka-dscc-Carta a Felice Bauer-xlibris.de

(…) «mi lamentable carta – prosigue Kafka ese día de septiembre – tuvo que pasar por todo antes de ser escrita. Ahora que la puerta entre nosotros empieza a moverse, o al menos tenemos en la mano el picaporte, puedo decirlo, si no es que tengo que decirlo. ¡Qué estados de ánimo se adueñan de mí, señorita! Una lluvia de nerviosismo cae sobre mí de forma ininterrrumpida. Lo que quiero ahora, no lo quiero al momento siguiente. Cuando llego a lo alto de la escalera, sigo sin saber en qué estado estaré cuando entre en el piso. Tengo que amontonar inseguridades dentro

Portrait of Franz Kafka and Felice Bauer

de mí antes  de que se conviertan en una pequeña seguridad o en una carta. ¡Cuántas veces – por no exagerar, diré que 10 noches – he compuesto aquella primera carta antes de irme a dormir! Uno de mis padecimientos es que no puedo escribir de un tirón nada de lo que antes he compuesto ordenadamente. Mi memoria es muy mala, pero ni la mejor de las memorias podría ayudarme a escribir con precisión aunque sólo fuera un pequeño fragmento previamente pensado y anotado, porque dentro de cada frase hay transiciones que han de quedar pendientes al escribirlas. Cuando me siento a escribir la frase que anoté, no veo más que migajas dispersas, no veo ni entre ellas ni más allá de ellas, y tendría que tirar la pluma si eso diera respuesta a mi tibieza (…)

Kafka-uhhb-Kafka en mil novecientos seis-wikipedia

Pero por este camino no voy a ninguna parte. No hago más que hablar de mi carta anterior en vez de escribirle lo mucho que tengo que escribirle. Le ruego que observe de dónde procede la importancia que esa carta tuvo para mí. Procede de que usted me la ha contestado con esta otra que tengo a mi lado, que me causa una tonta alegría y sobre la que ahora pongo la mano para sentir su posesión.

Kafka-rooh-Kafka en mil novecientos cinco- Imagano. Getty

¡Vuelva a escribirme pronto! No se tome ninguna molestia, una carta supone esfuerzo, se mire por donde se mire; escríbame un pequeño diario, eso es pedir menos y dar más. Naturalmente, tiene que escribirme en él más de lo que necesitaría para usted misma, porque no la conozco en absoluto. Así que tiene que reseñar cuándo va a la oficina, qué ha desayunado, adónde dan las vistas de la ventana de su despacho, qué clase de trabajo hace, cómo se llaman sus amigos y amigas…»

escritores.-Franz Kafka

Una carta insólita, asegura Reiner Stach, el gran biógrafo de Kafka. La califica como un escrito sobre la escritura.» Hacía pocos días –recuerda Stach– que su vida se había intensificado de manera vertiginosa, sólo desde hacía pocos días se había dado cuenta de que la intensidad anhelada durante tanto tiempo se había hecho realidad, y podía retenerla. Y por eso no hablaba de otra cosa que de la intensidad de la escritura, y por eso no podía escribir de otro modo (…) Era muy fuerte pedir a alguien un diario, y por tanto las comunicaciones más personales que podía imaginar… alegando que no se le conocía (…) Por el momento sabía que tenía que esperar. Pero cuando, a las dos o las tres de la mañana, se tumbaba en la cama después del trabajo felizmente devorador en «El fogonero«, podía ocurrir que su cerebro empezara a redactar imaginariamente interminables cartas, martilleando hasta el amanecer comienzos nuevos.»

escritores.- rrguu.- Kafka con su hermana Ottla.- foto Deutsches Literaturarchiv

Ahora que parece que estamos en tiempos de la casi desaparición de la carta, como ya escribí aquí, esta nueva edición de las «Cartas a Felice» supone repasar una correspondencia esencial para entender los avatares de una vida, correspondencia que, por su interés, atrajo el luminoso ensayo de Elias Canetti, «El otro proceso de Kafka» (Alianza). «Yo leí esas cartas – decía Canetticon una emoción que desde hacía mucho no había experimentado en la lectura de una obra literaria. Esas cartas de un tormento que duró cinco años. Estas cartas forman ahora parte de esa serie de insignes memorias, autobiografías y epistolarios de los que se nutría el propio Kafka. Él, cuya máxima cualidad era el respeto, no recelaba en leer y releer las cartas de Kleist, de Flaubert, de Hebbel.«

(Imágenes.-1.- Franz Kafka/ 2.-carta a Felice Bauer-xlibris/3.- Kafka y Felice Bauer- foto Corbis-the guardian/4.- Kafka en 1906.-wikipedia/5.-Franz Kafka en 1905.-imagano- getty/6.-Franz Kafka/ 7.-Kafka con su hermana Otta-foto deutsches-literaturarchiv)

¡SI YO PUDIERA, OH ALMA…

rostros.-rriu.-espejos.- Vivian Maier.-autorretrato.-1960

«¡Si yo pudiera, oh alma, tal como eres

captarte en el más puro espejo;

y todo lo que es únicamente tuyo

hacer que te encontrara como ajeno!

Sí, si recayera sólo desde estos ojos

una mirada, al tocarnos, al propio corazón:

temerosa te acercarías a la imagen sin nombre,

como a un enigma que implora solución,

para que uno en otro para siempre se calmara;

pero, ay, apenas te has reconocido a medias,

te desconoces, y te has apartado!»

Eduard Mörike.-«Margareta» (traducción José María Valverde)

paisajes.-67h.-gentes.-Hossein Zare

(Imágenes:-1.-Vivian Maier.- autorretrato.- 1960/ 2.- Hossein Zare)