SCHUBERT Y LA CURACIÓN POR LA MÚSICA

 

 

 

música.-56hh.-orquesta colgante.-por Allyzia Zherno

 

«Durante semanas me levanté, me vestí, cogí el coche para ir a trabajar – confiesa uno de los personajes de «Musicofilia» de Oliver Sacks -, visité a mis pacientes, intenté aparentar un aspecto normal. Pero por dentro estaba muerto, tan sin vida como un zombi. Y luego, un día, mientras bajaba por Bronx Park East, sentí una repentina iluminación, un avivamiento de mi estado de ánimo, un súbito susurro o insinuación de vida, de alegría. Sólo entonces me di cuenta de que estaba escuchando música, aunque tan baja que quizá sólo era una imaginación o un recuerdo. Mientras seguía andando, la música sonaba más alta, hasta que por fin llegué a su origen, una radio que emitía a Schubert a través de la ventana abierta de un sótano. La música me atravesó, liberando una cascada de imágenes y sentimientos: recuerdos de infancia, de vacaciones de verano juntos, y de lo mucho que mi madre apreciaba a Schubert (pues a menudo cantaba su Nachtgesang con una voz un tanto desafinada ). No sólo me descubrí sonriendo por primera vez en semanas, sino riendo en voz alta…, vivo una vez más.

Quise quedarme un rato junto a la ventana del sótano: Schubert y sólo Schubert, me dije, era la vida. Sólo su música contenía el secreto de mantenerme con vida. Pero tenía que coger un tren y seguí andando. Y volví a caer en mi depresión».

 

música.-6hy.-otoño.-Mikhail Nesterov

 

Pero no sólo Schubert puede en momentos determinados aliviar el peso de la vida  (Schubert, del que Beethoven en sus últimos días decía: «¡Verdaderamente en este Schubert habita la chispa divina! No podía concebir cómo Schubert había tenido tiempo de «acometer tan largos poemas muchos de los cuales contenían otros diez), sino que el itinerario de la curación por la música ha sido muy largo y Ramón Andrés lo ha recorrido minuciosamente en su «Diccionario de música y mitología». El fenómeno del tratamiento y curación mediante los sonidos se remonta a Egipto -allí para apaciguar los ánimos -y en China y Japón con el uso de instrumentos como el tambor ku. La idea de la música y el movimiento como generadores de salud se ha expresado muchas veces a través de la Historia. Así como el agua estancada se corrompe – señalaba un autor del siglo XVl -, lo propio sucede con el cuerpo, y la música es un instrumento ideal para incitar el movimiento, lo cual equivale a generar salud: lo que parece razonable en nuestra mente, «la música lo produce como por arte de magia».

 

música-hn-Lionelllo Balestrieri- mil novcientos diez

 

(Imágenes.- 1.-Allyzia Zhermo- orquesta colgante/2.- Mikhail Nesterov/ 3.-Lionello Ballestrieri- 1910)

 

 

MÚSICA Y SUEÑOS

música.-nnd.-el violinista.- Claude Weisbuch.- 1927

«Hace dos años –  cuenta Berlioz en sus «Memorias» – en una época en la que el estado de salud de mi esposa me acarreaba muchos gastos, y aún existía cierta esperanza de que mejorara, una noche soñé que componía una sinfonía, y la oí en mis sueños. A la mañana siguiente, al despertar, oí casi todo el primer movimiento, que era un Allegro en La menor con un compás de dos por cuatro

música.-5gbb.-Eduard Wiiralt--1898-1954

(…) Ya me dirigí a mi escritorio a anotarlo cuando de repente pensé: «Si lo hago, acabaré componiendo el resto. Hoy en día mis ideas suelen expandirse mucho, y esta sinfonía podría acabar siendo enorme. Me pasaré quizá tres o cuatro meses trabajando (tardé siete en escribir Romeo y Julieta), y durante este tiempo no escribiré artículos, o muy pocos, por lo que mis ingresos disminuirán.

núsica.-rtyb.-Ramón Casas.-retrato del violonchelista Gálvez

Cuando la sinfonía esté escrita estaré tan débil que mi copista acabará convenciéndome de que la haga copiar, lo que inmediatamente me hará contraer una deuda de mil o mil doscientos francos. Una vez las partes existan, me acosará la tentación de hacer que la obra se interprete. Daré un concierto, cuyos ingresos apenas cubrirán la mitad de los costes, algo inevitable hoy en día. Perderé lo que no tengo y me faltará dinero para cubrir las necesidades de mi esposa impedida, y ya no podré afrontar mis gastos personales ni el pasaje de mi hijo a bordo del barco en el que pronto partirá». Estos pensamientos me

música.-5999.-Kaare Espolin Johnson.-.-Noruega.-1953

estremecieron, y tiré la pluma sobre el escritorio, pensando: «¿Y qué? ¡Mañana la habré olvidado!» Esa noche la sinfonía volvió a aparecer y resonó obstinada en mi cabeza. Oí el Allegro en La menor con bastante claridad. Más aún, me pareció verlo escrito. Me desperté en un estado de excitación febril. Me canté el tema; su forma y su carácter me complacieron sobremanera. Estaba a punto de

música.-99hn.-Theo van Rysselberghe.-el violinist.-1903.-colección privada

levantarme. Entonces regresaron mis pensamientos del día anterior, y me contuvieron. Permanecí inmóvil, resistiendo la tentación, aferrándome a la esperanza de que lo olvidaría. Al final me quedé dormido; y cuando volví a despertarme, todo recuerdo había desaparecido para siempre.»

música.-99drr.-Alex Alemany

Oliver Sacks en su «Musicofilia» – en donde aparecen citados estos párrafos de Berlioz – cuenta que Ravel observó que las melodías más deliciosas le llegaban en sueños, y Stravinski dijo casi lo mismo. Sobre lo onírico y sus relaciones con la creación se han escrito numerosas páginas. Maurice Blanchot en «El espacio literario» afirma que «el sueño es el despertar de lo interminable. De ahí que el sueño parezca hacer surgir, dentro de cada uno, al ser de los primeros tiempos, y no sólo al niño, sino más allá, lo más lejano, lo mítico, el vacío y la vaguedad de lo anterior.»

(Imágenes.- 1.- Claude Weisbuch.-1927/ 2.-Eduard Wiiralt/ 3.-Ramón Casas.-retrato del violonchelista Gálvez/ 4.- Kaare Espolin.-1953.-Galeria Bodogaard/5.-Theo van Rysselberghe.-1903.-colección privada/6-.Alex Alemany-Maroon)

SCHUMANN, JUNIO 1810 – 2010

«Del viejo parque que te acogió amistoso

oyes niños y pájaros que silban en los setos.

Enamorado cansado de tantas etapas y heridas.

Schumann, soldado soñador decepcionado por la guerra«.

escribió Marcel Proust en Los placeres y los días.

«Mi música – señaló Robert Schumann – no es una necesidad de maniobra; el oficio no participa en ella, ha costado a mi corazón más de lo que pueda imaginarse».  Schumann no poseía un oído perfecto, tal como Mozart lo tenía; así lo dice  Oliver Sacks en su Musicofilia (Anagrama)  evocando también » el La agudo que el músico oía al final de su vida» y recordando asimismo cómo uno de los amigos de Clara Schumann «reveló un extraño fenómeno del compositor: que éste oía en su cabeza piezas musicales maravillosamente hermosas, ¡totalmente formadas y completas! El sonido es como metales lejanos, subrayado por las más espléndidas armonías».

Cerebro de Schumann, corazón de Schumann a los 2oo años de su nacimiento : 8 de junio 1810 – 8 de junio 2010.

(Imágenes.– 1- Robert Schumann.-Klassik-in- berlin-de/ 2.-Robert Schumann y Clara Schumann.-germanhistorydocs.ghi-dc-org)

MÚSICA PARA CIEGOS

 

música.-874.-foto por David Leventi.-Opera de Estocolmo.-2008.-Bonni Benrubi Gallery.-photografie.-artnet

Las ondas de la música se concentran poderosamente en el oído, y el ojo se cierra a veces para recibirlas mejor, cabecean los párpados en la tiniebla y vienen y van los movimientos acompasados, vienen y van las olas del concierto. Hay videntes que nos hacemos ciegos para gozar intensamente de la música y hay ciegos que al escuchar o componer música entran inmediatamente en la luz. Jacques Lusseyran, escritor y héroe de la Resistencia francesa, que tenía un gran talento musical y tocaba el violonchelo de niño, antes de quedar ciego a los siete años, cuenta la importancia que tuvo para él la música después de perder la vista:

«La primera sala de conciertos en la que entré, cuando tenía ocho años, significó más para mí en el espacio de un minuto que todos los reinos legendarios (…) Entrar en esa sala fue el primer paso de una historia de amor. La afinación de los instrumentos fue mi noviazgo (…) Lloraba de agradecimiento cada vez que la orquesta comenzaba a cantar ¡Un mundo de sonidos para un ciego, qué repentina bendición! (…) Para un ciego, la música es el sustento (…) Necesita recibirla, que se la administren periódicamente, como la comida (…) La música fue hecha para los ciegos«.

musica.-1166S.-Soft Viola Island.-2001.-foto Sheldan C. Collins.-The New York Times

 Relata esto Oliver Sacks en «Musicofilia» (Anagrama) recordando algunos músicos ciegos en el mundo del  góspel, el blues y el jazz de la larga lista que podría elaborarse: Stevie Wonder, Ray Charles, José Feliciano y tantos otros. Evoca también la figura de María Theresia von Paradis, pianista y compositora, amiga de Mozart, a la que Mozart admiraba enormemente. Ciega desde la infancia, era famosa por su oído y su memoria musical casi mozartianos. Todos nosotros bloqueamos alguna vez nuestro mundo visual para concentrarnos en el del oído. Cuando cerramos los ojos para escuchar a Mozart nos adentramos, tal como los ciegos, en amplias estancias invadidas de música, avanzamos con la seguridad del invidente por un camino de luz. Esa luz parece que nos llevaría de una habitación a otra. Pero no salimos de la misma habitación: es la habitación de la música. La música es la misma luz.

(Imágnes:1.-Royal Swedish Opera.- por David Leventi.-2008.-Bonni Benrubi Gallery. NewYork- artnet/2.-Soft Viola Island.-foto:  Sheldan C. Collins.-2001.-The New York Times)