LUCHA – OLIMPIADAS ( 10 )

«Abrazáronse, pues, los dos y luego

-humo anhelando el que no suda fuego-

de recíprocos nudos impedidos

cual duros olmos de implicantes vides,

hiedra el uno es tenaz del otro muro.

Mañosos – al fin hijos de la tierra –

cuando fuertes no Alcides,

procuran derribarse, y, derribados,

cual pinos se levantan arraigados

 en los profundos seños de la sierra.

Premio les honra igual; y de otros cuatro

ciñe las sienes la gloriosa rama,

con que se puso término a la lucha».

Luis de Góngora: » Soledad Segunda» en «Las Soledades» (1613)

(Imágenes:  lucha entre Manuchar Kvirkelia y Yongxiang Chang; foto: Chang W. Lee.-The New York Times/ foto: Oleg Popov.-Reuters.-The New York Times)

EQUITACIÓN – OLIMPIADAS (2)

«En sangre claro y en persona augusto,

si en miembros no robusto,

príncipe les sucede, abreviada

en modestia civil real grandeza.

La espumosa del Betis ligereza

bebió no solo, mas la desatada

majestad en sus ondas, el luciente

caballo, que colérico mordía

 el oro que suave lo enfrenaba,

arrogante, y no ya por las que daba

estrellas su cerúlea piel al día,

sino por lo que siente

de esclarecido y aun de soberano

en la rienda que besa la alta mano,

 de cetro digna».

Luis de Góngora, «Soledad Segunda», de «Las Soledades» (1613)