«El día es más solemne y más sereno
al declinar la tarde. En el otoño
hay brillos en el cielo, hay armonías
que el ardoroso estío desconoce
como si fueran algo inexistente.
Tú, cuya fuerza descendió lo mismo
que la verdad de la Naturaleza
sobre mi triste juventud antaño,
de hoy más tu calma cede a mi destino,
yo que me consagré a tu culto, amando
todas las formas que te contenían,
Espíritu sereno, cuyo hechizo
a mi propio temor me encadenara
y a amar por ti la humanidad entera».
Percy B. Shelley: «Himno a la Belleza intelectual»
(Imagen: foto: Michael Yamashita.-National Geographic)