COMO EL RUISEÑOR, ALLÁ EN LO ALTO

 

 

“Como el ruiseñor, allá en lo alto

de su impenetrable  y húmeda fronda

canta sólo para su amor, ciego a que la Noche

apartando su obscuro velo,  agazapada escúchalo,

así el amor, aunque sólo de él veamos

su espejismo de apasionados alientos,

nos da con creces cuanto habíamos soñado”.

John Keats. – “Endymion” (traducción de José María Alvárez) – “Ruiseñores de Inglaterra”

(Imagen – Donald Sultan – 1997- arnet)

VERANO

«Vi un pavo real con la cola en llamas

Vi un cometa ardiendo que echaba ramas

Vi una nube envuelta en hiedra

Vi un roble que reptaba sobre la tierra

Vi una hormiga tragarse una ballena

Vi el mar rebosante de cerveza

Vi una hermosa copa de tres metros de altura

Vi un pozo lleno de lágrimas de tristura

Vi los ojos rojos de un fuego rugiente

Vi una casa más grande que el sol poniente

Vi la luna salir a mediodía

Vi al hombre que vio toda esta maravilla».

Anónimo.-«Vi un pavo real con la cola en llamas»

(Imágenes:-1.-lava.-foto Frans Lanting.-National Geographic Collection/2.-Donadl Sultan.-1983,.artnet)

LOS LIBROS, EL FUEGO, TRUFFAUT 25 AÑOS DESPUÉS

TRUFFAUT .-1.-con Julie Christie en Farrenhit 451.-flims.-Bio

 

     «Imagínalo. El hombre del siglo XIX con sus caballos, sus perros, sus coches, sus lentos desplazamientos. Luego, en el siglo XX, acelera la cámara. Los libros, más breves, condensaciones. Resú-menes. Todo se reduce a la anécdota, al final brusco.

     (…)

     Los clásicos reducidos a una emisión radiofónica de quince minutos. Después, vueltos a reducir para llenar una lectura de dos minutos. Por fin, convertidos en diez o doce líneas en un diccionario. Claro está, exagero. Los diccionarios únicamente servían para buscar referencias. Pero eran muchos los que sólo sabían de Hamlet lo que había en una condensación de una página en un libro que afirmaba: Ahora, podrá leer por fin todos los clásicos. Manténgase al mismo nivel que sus vecinos. ¿Te das cuenta? Salir de la guardería infantil para ir a la Universidad y regresar a la guardería. Ésta ha sido la formación intelectual durante los últimos cinco siglos o más.

     (…)

     Acelera la proyección, ¿Clic? ¿Película? Mira, Ojo, Ahora, Adelante, Aquí, Allí, Aprisa, Ritmo, Arriba, Abajo, Dentro, Fuera, Por qué, Cómo, Quién, Qué, Dónde, ¿Eh? ¡Oh! ¡Bang! ¡Zas!,  Golpe, Bing, Bong, ¡Bum! Selecciones de selecciones, selecciones de selecciones de selecciones. ¿Política? ¡Una columna, dos frases, un titular! Luego, en pleno aire, todo desaparece. La mente del hombre gira tan aprisa a impulsos de los editores, explotadores, locutores, que la fuerza centrífuga elimina todo pensamiento innecesario, origen de una pérdida de valioso tiempo».

fuego.-BBVSB.-por Donald Sultan.-1986.-artnet 

    » Más deportes para todos, espíritu de grupo, diversión, y no hay necesidad de pensar. Organiza y organiza y superorganiza super superdeporte. Más chistes en los libros. Más ilustraciones. La mente absorbe menos y menos. Impaciencia. Autopistas llenas de multitudes que van a algún sitio, a algún sitio, a algún sitio, a ningún sitio. El refugio de la gasolina. Las ciudades se convierten en moteles, la gente siente impulsos nómadas y va de un sitio para otro, siguiendo las mareas, viviendo una noche en la habitación donde otro ha dormido durante el día y el de más allá la noche anterior.

     (…)

     Los autores, llenos de malignos pensamientos, aporrean las máquinas de escribir. Eso hicieron. Las revistas se convirtieron en una masa insulsa y amorfa. Los libros, según dijeron los críticos esnobs, eran como agua sucia. No es extraño que los libros dejaran de venderse, decían los críticos. Pero el público, que sabía lo que quería, permitió la supervivencia de los libros de historietas.

     (…)

     No era una imposición del Gobierno. No hubo ningún dictado, ni declaración, ni censura, no. La tecnología, la explotación de las masas y la presión de las minorías produjo el fenómeno, a Dios gracias.

     (…)

     Como las universidades producían más corredores, saltadores, boxeadores, aviadores y nadadores, en vez de profesores, críticos, sabios y creadores, la palabra “intelectual”, claro está, se convirtió en el insulto que merecía ser.

     (…)

     Un libro es un arma cargada en la casa de al lado. Quémalo. Quita el proyectil del arma. Domina la mente del hombre. ¿Quién sabe cuál podría ser el objetivo del hombre que leyese mucho?».

Ray Bradbury: «Fahrenheit 451

http://www.youtube.com/watch?v=d160eWmOrRc

(Pequeño recuerdo de  Francois Truffaut cuando en esta semana se cumplen 25 años de su muerte)

(Imágenes:-1.-Truffaut y Julie Christie en el rodaje de «Fahrenheit 451».-films.Bio/ 2.- «Earl Morming, May 20, 1986»- por Donal Sultan.-artnet)

VERANO 2009 (9) : PEDRO SALINAS

pájaros.-KKGGK.-por Donald Sultan.-1997.-artnet

«¿El pájaro? ¿Los pájaros?

¿Hay sólo un solo pájaro en el mundo

que vuela con mil alas, y que canta

con incontables trinos, siempre solo?

¿Son tierra y cielo espejos? ¿Es el aire

espejeo del aire, y el gran pájaro

único multiplica

su soledad en apariencias miles?

(¿Y por eso

le llamamos los pájaros?)

 

¿O quizá no hay un pájaro?

¿Y son ellos,

fatal plural inmenso, como el mar,

bandada innúmera, oleaje de alas,

donde la vista busca y quiere el alma

distinguir la verdad del solo pájaro,

de su esencia sin fin, del uno hermoso?»

Pedro Salinas: «Confianza» (1955)

(Imagen.-pájaros, 12 junio 1997.-por Donal Sultan.-artnet)

MARIPOSAS Y DISTRACCIONES

mariposa,.AAA.-por Donald Sultan.-1995.-artnet«Después de haber rescatado una hoja – le escribe Vanessa Bell a Virgina Woolf en 1927 -, me he sentado entre unas polillas que revoloteaban furiosas en círculos a mi alrededor y en torno de la lámpara. No puedes imaginarte lo que es. Una noche, cierto animalillo dio unos golpecitos tan sonoros en el cristal que Duncan dijo: «¿Qué es esto?» «Sólo un murciélago», dijo Roger, «o un pájaro», pero no era ni un hombre ni un pájaro sino una inmensa polillla, de medio pie, literalmente, que volaba por el lugar. Pasamos unos momentos terribles». Cinco días después Virginia le contesta: «Por cierto, lo que me cuentas sobre las Polillas me fascina tanto que voy a escribir una historia acerca de ellas. Después de leer tu carta me pasé horas sin poder pensar en otra cosa que en ti y en las polillas». 

Ese fue el germen de la novela «Las olas«. El interés de Virginia Woolf por las mariposas nocturnas venía de muy lejos. Esos etéreos vuelos en la noche, en un esfuerzo indómito e inútil para resistirse a la muerte y a la quietud, simbolizaban, sin ella saberlo, todas las alas de la imaginación creativa, el giro de de una idea que revoloteaba trayendo y llevando por la habitación del cerebro lo que en su día uno podía llegar a escribir.

Pero no siempre las Polillas o mariposas nocturnas acercan la inspiración. A veces la alejan. Hablando de las distracciones y de la concentración al crear Raymond Chandler, del que ya hablé algunas veces en Mi Siglo recordaba que «»el escritor no tiene que escribir, y si no se siente en condiciones no debería intentarlo. Puede mirar por la ventana, o hacer el pino o retorcerse en el suelo. Pero no debe hacer ninguna otra cosa positiva, como leer, escribir cartas, mirar revistas o firmar cheques. Escribir o nada».

Todas las distracciones del momento parece que se unieran para impedirnos crear. Así, entre otros, el mundo de las indecisiones y de las dudas, el ir y venir de las mariposas por la mente mientras uno intenta componer algo, todo eso quiso contarlo el poeta Aníbal Núñez en unos versos reveladores:

Busca en torno (fruta, lápices) tema

Para seguir. Y sigue – sabe bien que no puede –

Haciendo simulacro de afición y coherencia

La escritura parece (paralela, enlazada)

Algo. Un final perdido le reclama

A medias. Fulge el broche de oro en su cerebro

Desplaza al sol extinto

Toma forma, -el escriba cierra los ojos – de

(un moscardón contra el cristal) esquila.

Un rebaño invisible y su tañido escoge

Entre símbolos varios del silencio; e invoca

«mi palabra no manche intervalos de ramas

y de planos: no suene». Terminar el poema.

Aníbal Núñez: «Cuarzo«.

Mariposas de inspiración y de distracción, mariposas que siempre van y vienen.

(Imagen: Donald  Sultan.-1995.-artnet)

LA NARANJA Y EL YO

naranja-3-flikr«Está usted a veces ante sus hijos en la mesa, ya en el postre, pelando esa naranja. Toma usted el cuchillo con la mano derecha, redondea usted con la izquierda el contorno de esa naranja rosa y granulada, su cintura, su cerebro. Busca usted dónde hendir el arma del cuchillo, aún hace bailar un poco entra las yemas de sus dedos esta esfera roja y pesada, hace girar la bombilla de la fruta, el huevo del zumo. Ya cuando el bisturí resbala rebanando y comienza la corteza a caer en caracola blanca y lenta, una cinta de carretera que zigzaguea desvaneciéndose hacia el plato, usted sabe que algo así hay que ir desnudando del yo, esa redondez magistral, el egoísmo cerrado en sí mismo, la peladura coronando a la soberbia, una alada pesantez de autosuficiencia, la máscara roja de la gravedad, la ocultación de las entrañas de la pulpa, el dominio redondo del yo resbaladizo. Va usted pelando y pelando esa naranja interminablemente, cada corte en derredor enseña la blanca camisa interior que usted no quisiera mostrar, una membrana, un cendal, una tela de araña sembrada de pellejos ásperos, el último paso antes de que vuelva a rebanar el cuchillo y aparezca la sangre sonrosada, venas uniformadas en curvas, gajos compactos. Está usted cada día pelando esa naranja, todos los días de su vida, cada hora despojando a esa naranja inacabable de cada envidia ácida que torna y retorna a aparecer bajo el cuchillo, las afirmaciones que aplastan, las ironías que amargan, el desprecio al cual usted está dando tirones ahora para despellejarlo, apoya mejor el borde del cuchillo en el cráneo de la naranja, oprime el arma con la yema del pulgar, empuja contra la fruta con sus dedos rebañando bien los contornos, y la cinta inapresable de la ira reaparece de nuevo dando vueltas a esta naranja del yo que no se pela nunca, cuya epidermis caracolea girando hacia el final del plato».

(JJP.-Fragmentos de una novela inéditanaranja-ffgghh-por-donald-sultan-1991-artnet1

(Imagen: naranjas.- por Donald Sultan.-1991.-artnet)