SHAKESPEARE, NUESTRO CONTEMPORÁNEO

cine.-u7gg,-. Richard Burton en Hamlet.- de Shakespeare

«Leo a Shakespeare inmediatamente después de escribir, cuando mi mente está boquiabierta y al rojo vivo – confiesa en su Diario Virginia Woolf el 13 de abril de 1930 -. Entonces es asombroso. No había sabido cuán increíble es su alcance, velocidad y capacidad para acuñar palabras hasta que he sentido cómo me deja totalmente atrás; parece que partimos igualados y luego le veo adelantarse y hacer cosas que yo no podría imaginar ni en mis momentos de más desenfrenada  agitación y máxima presión mental. Incluso las menos conocidas y peores de sus obras están escritas a una velocidad superior a la más rápida de cualquier otro; y las palabras caen tan deprisa que uno no puede recogerlas». Dos años antes, en 1928 y también en su Diario del 24 de abril, Woolf había reseñado: «Estuve leyendo Otelo anoche y me impresionó el torrente, el volumen y la caída de sus

escritores.-5022.-William Shakespeare--Henry lV.-Parte l.-Acto ll.-Oxford LOondon.-1586-1600 palabras (…) Las metía cuando la tensión decaía. En las grandes escenas todo encaja como un guante. La mente se revuelca y chapotea entre palabras cuando no la impulsan hacia delante; quiero decir, la mente de un gran maestro de las palabras que escribe con una sola mano. Él se prodiga. Los escritores menores escatiman. Como siempre, me impresiona Shakespeare

shakespare-nngy-Macbeth- stevewinick com

Es la fuerza del gran dramaturgo inglés atravesando varios siglos hasta llegar a nuestros días, potencial de palabras e intenciones en permanente actualidad. El mapa de las citas sería innumerable. El padre del novelista V.S. Naipul, por ejemplo, le leía en voz alta a su hijo de apenas doce años varios parlamentos de «Julio César» para que se acostumbrara a Shakespeare. Harold Bloom, constante admirador del autor de Macbeth a través de sus célebres y debatidos «cánones» literarios, habla en su «Anatomía de la influencia» (Taurus)  del 

teatro.-558uu.-Shakespeare.-Stephen Reid.-Macbeth.-1817.-coleccción privada

enorme influjo que el autor de Hamlet ha tenido sobre Dostoievski, Goethe, Manzoni, Dickens o Melville,»todos poderosos creadores en los que los préstamos de Shakespeare suelen asomar en sus textos, y sólo rara vez dejan de ser una molestia (…) así como en el ámbito teatral ha sido manejado oblicuamente por Ibsen, Chejov, Pirandello o Beckett.».» Frecuento a Shakespeare – ha confesado a su vez estos días Javier Maríasporque para mí es una fuente de fertilidad, un autor estimulante. Lejos de desanimarme, su grandeza y su misterio me invitan a escribir, me espolean, incluso me dan ideas: las que él sólo esbozó y dejó de lado, las que se limitó a sugerir o a enunciar de pasada y decidió no desarrollar ni adentrarse en ellas. Las que no están expresas y uno debe “adivinar”. Por eso he hablado de misterio

escritores.-7gtg.-Shakespeare.-mapas.-bigthink com

Es todo ello la presencia de « Shakespeare, nuestro contemporáneo» tal como reza el título del muy interesante libro de Jan Kott (Alba). El estudioso y crítico polaco no gusta de muchas escenografías que han llevado hasta los escenarios a Shakespeare «y solo el cine -opina – ha logrado mostrarnos la visión que el propio Shakespeare tenía de sus obras, mostrándonoslo a través de la gran pintura renacentista y barroca, o de los tapices, como en Ricardo lll (…) Los romanos shakespearianos – afirma Kott – deben ser iguales que los que imaginó y pintó el Renacimiento. Éste es el enfoque de Peter Brook. Como un gran artista, él no copia, pues prefiere gozar de plena libertad creativa, ni impone una uniformidad artificiosa. Se inspiró en Tiziano para las diversas tonalidades de amarillo y en Veronese para el irritante verde opaco de los trajes de los sacerdotes.»

Shakespeare- bbgy-Macbeth- Laurence Olivier

Cuando se celebran los 450 años del nacimiento del gran autor, la luminosa sombra de sus influencias se reparte en el mundo entero.

Borges dijo de él: «“Shakespeare, empresario y actor, escribió para su hoy, que es el ayer y que será el mañana.

shakespeare-bbnn-Macbeth- Thedore Chasseriau-wikipaintings org

(Imágenes.-1.-Richard Burton en Macbeth/ 2.-Henry lV.- parte 1- acto ll- Oxford- London.- 1586-1600/3 – Macbeth- stewinick.com/ 4 -Macbeth – Stephen Reid -1817.-colección privada/ 5-Shakespeare mapas- bigthsay/ 6-  Laurence Olivier en Macbeth/ 7.-Macbeth- Théodore Chassériau -wikipaintings. org

 

DETALLES DE VIRGINIA WOOLF

«Nunca ha estado el jardín tan bonito, todo en llamas incluso ahora; deslumbrando los ojos con rojos y rosas y púrpuras y malvas: los claveles en grandes ramos, las rosas iluminadas como lámparas», escribe Virginia Woolf en su «Diario» del 22 de septiembre de 1929. Los detalles – como aconsejaba Flannery O`Connor y ya recordé en Mi Siglo – se encadenan en esta descripción del jardín, ante la mesa y el cuaderno abierto fotografiado por Gisèle Freund, ese jardín observado aparentemente a vuela pluma, en la escritura de la mañana inglesa del domingo. Un año antes, el 18 de diciembre de 1928, son también los detalles de un rostro, los de un anciano de nombre Max Beerbohm, que Virginia ha conocido en casa de una amiga: «Su cara está solidificada; tiene un espeso bigote; venillas rojas en la piel, profundas arrugas; pero sus ojos son perfectamente redondos, muy grandes, azul cielo. Sus ojos se vuelven soñadores o alegres mientras el resto de su persona está extremadamente atildada y decorosa».

Siempre los detalles. Clarice Lispector recordaba que hacer cosas abstractas es lo menos literario. «Si dibujo en un papel, minuciosamente, una puerta, y no le agrego nada mío, estaré dibujando objetivamente una puerta abstracta». El 11 de octubre de 1929 Virginia Woolf, también en su «Diario«, pasa los rasgos de su pluma sobre otro rostro, el de Arthur Studd: «hablaba por la nariz y tenía una voz suave y gutural; la parte frontal de la cabeza calva y unos hermosos ojos castaños, como los de un perro; era canino, en algunos aspectos, viajado, distinguido, rico». Chejov le confesaba por su parte a su hermano el 10 de mayo de 1886: «en las descripciones de la naturaleza, hay que tratar de recoger pequeños detalles y agruparlos de tal forma que, después de leerlos, se pueda ver el cuadro con sólo cerrar los ojos. Por ejemplo, podré comunicar la impresión de una noche de luna si escribo que en el dique del molino un casco de botella centelleaba como una estrella y la sombra de un perro o de un lobo rodaba como una peonza».

Los detalles son siempre los que dan vida a la descripción. «Pensamos en generalidades, pero vivimos en los detalles«, escribió Alfred North Whitehead. Se ha insistido mucho en que recordamos a través de los detalles, reconocemos por los detallles, identificamos y recreamos desde los detalles. Y los detalles llegan con la observación; se entregan luego inevitablemente en las conversaciones, en la escritura. En las esquinas de las calles del mundo dos amigas se cuentan las peleas o reencuentros de la cotidiana convivencia gracias al abanico de detalles, se intercambian colores, gritos, gestos, «él me dijo», «pero yo le contesté«, «entonces yo, dándome la vuelta, le repetí...», y los detalles se multiplican, su sonido se transmite de una voz a un oído, el oído anhela aún más detalles, nunca se cansa de escucharlos, y la voz desea desahogarse, nunca se cansa de entregarlos.

(Imágenes:- 1.- mesa de trabajo de Virginia Woolf en el jardín de la casa de Monk, Sussex, Inglaterra.-1967.-foto de Gisèle Freund/ 2- Virginia Woolf a los 18 años /3.- Virginia Woolf.-foto Gisèle Freund/ 4.-Virginia Woolf.-Gisèle Freund.-1939.- Galería Nacional de Retratos, de Londres.- foto: los Bienes de Gisèle Freund, por cortesía de la National Portrait Gallery.-Londres)