DIARIO DE UN POETA RECIÉN CASADO

 

 

«Por los claros de la tormenta comienza a verse, diluída, el alba, no sé si con luna. Truena sordamente. – fecha Juan Ramón su «Diario de un poeta recién casado» el 27 de mayo de 1916 en Nueva York – El elevado pasa por la Sexta, sobre un puente, como una rápida baraja voleada de ventanas amarillas, y ya, o aún, sin nadie. Un único pajarillo entrecanta aquí y allá. En el palacio de enfrente – ¿ la muerte, el amor? – en el portal encendido aún, o ya.

Un instante, como una isla, el mal olor de siempre se abre con no sé qué olor bueno, como de lirios del valle o de no sé qué fruta en flor – ¿ el amor, la muerte? – en la brisa de abril. Una mariposilla blanca, que es la vaga luz suave y azul de lo que viene es blanquísima, revuela, loca, del suelo al cielo, en una libertad  triste – ¿ la muerte, el amor?…Truena sordamente».

 

 

«Un libro como el «Diario» – anotaba Gilbert Azam en su estudio sobre Juan Ramón – resulta inimitable. Puede uno inspirarse en él pero no puede volverse a hacer». Es un verdadero diario de un viaje de ida y vuelta a Américarecuerda este autor – ; es, asimismo, un viaje del alma. Existen en él dos registros básicos de las imágenes : uno expresa el apego a Moguer y a los traumas de su niñez ( la madre, el nido, el mar, los niños, el cementerio, los sueños, la noche, la luna, las estrellas, el crepúsculo) ; el otro expresa el deseo de amor y de renacimiento ( el mar, el barco, la mujer, la primavera, la rosa, la aurora, el nacimiento, la luz del sol, la tierra y la carne gloriosa), es decir, los movimientos del corazón, confundiéndose el ritmo dinámico del «Diario» con el del mar: es  una ascensión hacia la madurez del alma y un retroceso cada vez más débil hacia Moguer y la niñez.

En la primavera de 1913 Juan Ramón conoce a Zenobia Camprubí. El año 1916 marca una fecha fundamental en la vida de Juan Ramón. Es el año en que, para contraer matrimonio, emprende su primer viaje por mar, con rumbo a Nueva York. El viaje le dio el tema de uno de sus libros más famosos, el «Diario de un poeta recién casado», publicado en  1917, hace ahora 100 años. La contemplación de la naturaleza se complementa allí con la visión del mar. Allí escribe el 5 de febrero de 1916 :

«Parece, mar, que luchas

–¡oh desorden sin fin, hierro incesante! —

por encontrarte o porque yo te encuentre.

¡Qué inmenso demostrarte,

en tu desnudez sola

–sin compañera… o sin compañero

según te diga el mar o la mar –, creando

el espectáculo completo

de nuestro mundo de hoy!

Estás, como en un parto,

dándote a luz — ¡con qué fatiga! —

a ti mismo, ¡mar único!,

a ti mismo, a ti sólo y en tu misma

y sola plenitud de plenitudes,

—¡por encontrarte o porque yo te encuentre!».

 

 

(Imágenes.-1-Juan Ramón Jiménez- por Joaquín Sorolla- Wikipedia/ 2.-Nueva York-Richard Wyne Nevinson- 1920/ 3.-Emil Nolde- 1935)

ORILLAS DEL SUEÑO

sueño.-99y.-Carl Holsoe

 

 

«Cada noche, antes de dormirme, pueblo de aspectos deleitosos, tomados de la mejor realidad, las orillas del río de mi imaginación, para que su encauzado sueño las refleje, las complique, y se las lleve al infinito, como un agua corriente. Sí, ¡qué anhelo de no derramar en la aurora torvas aguas luctuosas de pesadillas de la ciudad comercial, de la octava avenida, del barrio chino, del elevado o del subterráneo; de aclarar, como a un viento puro de otras partes, su carmín humoso y seco, con la brillante transparencia de un corazón puro, libre y fuerte! ¡Qué ganas de sonreír en sueños, de ir, alegremente, por estos trozos negros de camino oscuro de la noche, que van alternando con los de luz, del día, a la muerte – ensayos breves de ella -; de tener blanca, azul y rosa la vida que no está bajo la luz y el poder de la conciencia; de no ir por el subsuelo de la noche en tren una vez más, ni tan aprisa, sino en veneros de diamante, ¡y lentamente!»

Juan Ramón Jiménez.«Orillas del sueño»«Diario de un poeta recién casado»

 

sueño.-5jjj.-Andrew Wyeth

(Imágenes- Carl Holsoe/ 2.-Andrew Wyett)

 

 

 

TORMENTA

Nueva York- cdf-calles- gentes- Ruth Orkin- mil novecientos cincuenta y dos

 

 

«No se ve y se ven momentáneas luces blancas. Nervioso, espero un trueno que no oigo. Y quiero apartar con las manos el enorme ruido de taxis, de trenes, de tranvías, de máquinas de remache, y abrirle paso al silencio para que me anegue en su golfo de paz, en cuyo cielo sienta yo sonar y pasar la tormenta.

 

gentes.-tyunf.-Erich Hartmann.-Nueva York.- 1976

 

No sé si el trueno está o no está. Es como cuando en la sombra imborrable de una noche apartada de campo, creemos que hay alguien a nuestro lado y lo sentimos encima sin verlo. ¡ Qué infinidad de taxitos, de trenecitos, de tranvitas, de casitas en construcción, por la breve inmensidad de mi cabeza! Hasta hoy, que no oigo, en la tormenta, el trueno, no he oído qué ruido era éste de New York… Llueve. No se ve. Y se ven momentáneas luces blancas.»

Juan Ramón Jiménez.Tormenta«-«Diario de un poeta recién casado»

 

Nueva York- vsbbn -De Guy Wiggins- Quinta Avenida

 

(Imágenes.- 1.- Ruth Orkin. – Nueva York 1952/2.-Erich Hartmann– Nueva York 1976/ 3.-Guy Wiggins)

BROADWAY

 

ciudades.-tbyu.-Nueva York.-Tavik Frantisek Simon

 

«Broadway. La tarde. Anuncios mareantes de colorines sobre el cielo. Constelaciones nuevas: El Cerdo, que baila, verde todo, saludando con su sombrerito de paja a derecha e izquierda. La Botella, que despide, en muda detonación, su corcho colorado, contra un sol con boca y ojos. La Pantorrilla eléctrica, que baila sola y loca, como el rabo separado de una salamanquesa. El Escocés, que enseña y esconde su wisky con reflejos blancos. La Fuente, de aguas

 

ciudades.-ttynnh.-Nueva York.-Charles Hofbauer

 

malvas y naranjas, por cuyo chorro pasan, como en una culebra, prominencias y valles ondulantes de sol y luto, eslabones de oro y hierro  ( que trenza un chorro de luz y otro de sombra…). El Libro, que ilumina y apaga las imbecilidades sucesivas de su dueño. El Navío, que, a cada instante, al encenderse, parte cabeceando, hacia su misma cárcel, para encallar al instante en la sombra…Y…

 

ciudades-bwsw- Nueva York- Eve Arnold-mil novecientos ochenta y cuatro

 

 

– ¡ La Luna! – ¿ A ver? – Ahí, mírala, entre esas dos casas altas, sobre el río, sobre la Octava, baja, roja, ¿no la ves…? – Deja. ¿a ver? No… ¿Es la luna, o es un anuncio de la luna?»

Juan Ramón Jiménez.-«La Luna» – «Diario de un poeta recién casado» (1916)

(Imágenes.-1.-Tavik Frantisek Simon/ 2.-Charles Hoffbauer-americangallery/ 3.-Eve Arnold– 1984)

 

MAR EN SOLEDAD

«En ti estás todo, mar, y sin embargo,

¡qué sin ti estás, qué solo,

qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,

cual mi frente,

tus olas van, como mis pensamientos,

y vienen, van y vienen,

besándose, apartándose,

con un eterno conocerse,

mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,

tu corazón te late y no lo siente…

¡qué plenitud de soledad, mar solo!»

Juan Ramón Jiménez.-«Diario de un poeta recién casado»

(Imagen.-Rory Donaldson.- Winkleman Gallery.-Nueva York)