ESPRESSO

 

 

«El café negro en la terraza

con sillas y mesas pequeñas como insectos.

Son costosas gotas atrapadas,

llenas de la misma energía del Sí y del No.

Son servidas en oscuras cafeterías

y miran al sol sin pestañear.

A la luz del día, un punto de benigno negro

que fluye rápidamente en un pálido parroquiano.

Parecen las gotas de negra profundidad

que a veces es captada por el alma,

que dan un benigno empujón: ¡anda!

La inspiración de abrir los ojos».

Tomas Tranströmer – «Expreso» – «El cielo a medio hacer» (1962) -«Deshielo a mediodía» ( traducción Roberto Mascaró)

(Imagen- Boyko Kolev – boykokolevart com)

TOMAS TRANSTRÖMER

Transtromer- abc.es

 

«El edificio está cerrado. El sol entra por las ventanas

y calienta la parte superior de los escritorios

que son tan fuertes como para cargar el peso del destino del hombre.

Estamos afuera hoy, junto a la extensa y ancha ladera.

Muchos llevan ropas oscuras. Uno puede estar al sol y cerrar los ojos

y sentir cómo es soplado lentamente hacia adelante.

Esta vez vengo hasta el agua. Pero ahora estoy aquí,

entre grandes piedras con espaldas pacíficas.

Piedras que lentamente han caminado hacia atrás desde las olas».

Tomas Tranströmer.- «Música lenta».-«Deshielo a mediodía»

(en memoria del gran poeta sueco que acaba de morir.

Descanse en paz)

 

mar.-62sw.-Tomás Sámchez .-Roca Cruja.-Playa Naranjo. Guanacaste.-Cosya Rica

 

(Imágenes.-1.-Tomas Tranströmer- abc.es/ 2.-Tomás Sánchez)

DESHIELO A MEDIODÍA

«El aire matinal repartió sus cartas con sellos incandescentes.

La nieve iluminó y todos los pesares se alivianaron: un kilo pesaba apenas setecientos gramos.

El sol estaba alto sobre el hielo, volando por el lugar, caliente y frío a la vez.

El viento avanzó lentamente como si empujase un cochecillo de niño frente a sí.

Las familias salieron, vieron cielo abierto por primera vez en mucho tiempo.

Estábamos en el primer capítulo de un relato muy intenso.

El resplandor del sol se adhería a todos los gorros de piel,

como el polen a los abejorros,

y el resplandor del sol se adhirió al nombre INVIERNO

y se quedó allí hasta que el invierno hubo pasado.

Una naturaleza muerta de troncos, en el lago, me puso pensativo.

Les pregunté;

«¿ Me acompañan hasta mi niñez?» Respondieron: «Sí».

Desde la espesura se escuchó un murmullo de palabras en un nuevo idioma:

las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramas negras

y hablaban

muy lentamente sobre la nieve.

Pero la tienda de saldos, haciendo reverencias con su estruendo de faldas,

hizo que el silencio de la tierra creciese en intensidad».

Tomas Tranströmer : «Deshielo a mediodía» ( traducción de Roberto Mascaró)  (Nórdicalibros)

(Imágenes:- 1.- Edward Weston-1936.- Center of Creative Photography.-Arizona.-Master of Photography/ 2.-Edward Weston.- 1938.-Chris Beetles Galeries)