”Mi madre, que odia las tormentas,
agarra cada día de verano y lo sacude
con suspicacia, por si asoman
cúmulos de nubes oscuras como uva;
pero cuando llegan las tormentas de agosto
y comienzan las lluvias, y la quebradiza escarcha
purifica el aire desierto de pájaros,
su preocupación veraniega desaparece.
Y yo, su hijo, aunque nacido en verano
y amante del verano, sin embargo
m siento más a gusto cuando caen las hojas;
los días de verano parecen demasiado a menudo
emblemas de una felicidad perfecta
que soy incapaz de afrontar: debo esperar
una estación menos osada, menos exuberante y despejada:
el otoño parece más apropiado.’
Philip Larkin -(1953) -(edición de Damià Alou)
(Imágenes – 1- Peter Max – 1990/ 2- William Merrit Chase- 1885-artnet)



