CASAS ABANDONADAS

casas.-rfthy.-Arünas Baltènas.-Vilnius

«Las ideas en literatura a veces duermen durante años. Juan Rulfo declaraba que su novela «Pedro Páramo» surgió del recuerdo de una muchachita que conoció cuando él contaba trece años. Hay ideas que nos persiguen, están rodeadas por otras; y sin embargo la idea válida emerge al fin. En torno a ese desfile o “persecución” de las ideas en muy diversos sentidos el norteamericano Erskine Caldwell hablaba así: “Veo en la calle un autobús escolar y te preguntas adónde irá. Después te imaginas una escuela y una maestra. Bien, ¿y quién es esta maestra? ¿ Qué aspecto tiene? (…) Entonces te acuerdas de algunas de las maestras que tuviste cuando eras pequeño. Y así todo el rato.” Es algo muy parecido a la “visión” que tuvo Pessoa en un tranvía de Lisboa: imaginar, dejar que la imaginación se expanda, extenderse en horizontes inacabables.

Personalmente, estas “visiones” siempre me han atraído, entre muchos otros lugares, hacia casas deshabitadas. Cuando paso ante esos jardines desolados, algunos al lado del mar, otros en las laderas de un monte o en un extremo de la ciudad, cuando me detengo ante esos portalones ya enmohecidos por el tiempo y vislumbro a  través de viejos ventanales habitaciones solitarias y vacías, se me aparecen todas las generaciones que allí vivieron, con sus voces, sus vestidos, sus pasiones y sus hábitos,  hay gentes que pueblan de repente esos espacios y desde la construcción de las escenas concretas (inventadas) me remonto hacia las grandes preguntas. ¿Cómo fueron, felices o desdichados? ¿Qué dejaron en sus vidas? A veces, en las clases de escritura, he repartido entre los alumnos grandes fotografías  de esas casas abandonadas y olvidadas para que las recreen con historias. En general lo han  hecho muy bien. Según los colores desvaídos y los restos de decoración que aún asomaban, según las puertas y ventanas, la altura de los techos, la disposición de los cuartos, la imaginación del escritor recrea hombres, mujeres y niños, coloca muebles, entabla diálogos. No se trata de escribir cosas generales ni reflexiones, sino de inventar, levantar – como si fuera un teatro – unos escenarios reales y humanos cargados de detalles, porque son los detalles los que siempre dan cuerpo a las historias.»

José Julio Perlado.«El proceso creador» (libro de próxima aparición)

casas.- 4rty.- Arunas Baltenas

(Imágenes:- 1 y 2.- .- Arunas Balténas)

NUNCA DE TI ME ATREVO A HABLAR

ciudades.-964.-Kees Van Dongen.-Casas en Amsterdam

«Nunca de ti me atrevo a hablar

inmenso cielo de mi barriada

ni de vosotros tejados que contenéis la cascada del aire

bellos aterciopelados tejados cabellos de nuestras casas

ciudades.-77hh.-casas.-Franz Fedier.-rue Rachel.-1949

Callo también sobre vosotras chimeneas laboratorios de la tristeza

abandonadas por la luna estirando vuestro cuellos

y de vosotras ventanas abiertas – cerradas

que os resquebrajáis de través cuando morimos en ultramar

interiores.-rggww.-Eastaman Johnson

No describiré siquiera la casa

que conoce todas las fugas y mis retornos

aunque es pequeña y no abandona mi párpado cerrado

nada me devolverá el aroma de la cortina verde

ni el crujir de la escalera por la que traen la lámpara encendida

ni el de la fronda sobre el portón

A Girl Singing Ballads by a Paper Lanthorn circa 1765-82 by Henry Robert Morland 1716-1797

Querría con propiedad escribir sobre el picaporte de la cancela de esta casa

de su apretón áspero y su amistoso crujir

y aunque de él sé tantas cosas

repito solo la cruelmente común letanía de las palabras

Tantos sentimientos caben entre un latido y otro

tantos objetos es posible asir con ambas manos

puertas.-4nng,.-Old China.-foto Jadiel Galicia

No os sorprendáis de que no sepamos describir el mundo

tan solo hablamos a las cosas con ternura por su nombre de pila.»

Zbigniew Herbert.«Nunca de ti».«Hermes, el perro y la estrella» (1975)

(Imágenes:- 1.- Kees van Dongen.- 1907/ 2.- Franz Fedier.– 1949/ 3.- Eastaman Johnson/ 4.- Henry Robert Morland.– 1716/ 4-  Jadiel Galicia)

QUITADME TODO : EL AIRE, EL SOL

mujer.-yy7uj.-Marta Syrko

«Quitadme todo: el aire, el sol,

la entraña.

Quitadme hasta la piel

y las pupilas.

Dejadme, sí, la cicatriz

de una palabra.

Dejadme esta galería

de rostros en el alma.

Dejad intacto el muro

donde he escrito sus nombres.

He conquistado:

mis amigos son míos,

mi huerto,

este patio con su alberca

y sus granados.

Llevaros todo.

Dulzuras, lo confieso,

ya no tengo…,

se las di a mis hijos

porque ellos me inventaron.

Eternidad tampoco.

Mi tiempo, si lo tuve,

lo fui dando.

Construí con él la casa.

interiores.-9uun.-Eva Rubinstein.-casa abandonada.-1972

De tiempo dibujé los monogramas.

Un nombre en un anillo

fue mi alianza.

Yo no hice nada.

Sobre un mantel, un  día,

escribí, «casa».

Después tuve la mía

y fue mía la estancia.

Abrí ventanas,

sembré rosas, membrillos

y albahacas.

Pero mi reino ahora

es una arquitectura

de sintaxis.

Fue simple, no lo niego.

Lo demás me lo dieron,

vino luego.

Y la casa fue azul

con sus paredes altas y su huerto.

¡Tan grande ahora!

Le crece el mundo dentro.

Tenéis razón. Llevaros todo.

Es cierto:

para escribir los nombres de la vida

un muro basta».

Reyna Rivas.«Estación de hoy»

interiores.-3de.-Eva Rubinstein

(Imágenes:- 1.-Elise Brown .-Marta Syrko/ 2 y 3.-Eva Rubinstein)

LA COSTUMBRE DE LO OCULTO

«En cada casa debe haber por lo menos un espacio cerrado. La quintaesencia de las casas no está en su centro, en el espacio abierto a las miradas, sino en el fondo: debajo, arriba, en un lugar siempre difícil y poco frecuentado. Me gustan las covachas, los desvanes, las cambras, los sótanos e incluso los cuartos traseros; me gustan no para entrar como Pedro por su casa sino para saberlos desconocidos; en su existencia se cifra la salud de toda casa, son sus glándulas y su metabolismo.

Siempre he sospechado de esas gentes que se abren de puertas y se enseñan como si fueran guías de su propio museo: un alma fina, delicada, lo mismo que un destripador o un  alquimista, debe guardar algún secreto. Aún hoy que estoy en decadencia y vivo en un departamento, mantengo la costumbre de lo oculto. En la recámara del fondo, entre periódicos, fotografías, ropa usada, persevera el secreto. En esa habitación entro una o dos veces al año, abro la puerta y saco una caja de cartón o una corbata».

Antonio Deltoro

(Imágenes.-1.-The Lower India Room at Penrhyn Castle, Gwynedd, Wales 2.-Edward Lamson Henry)