«A SANGRE FRÍA» O LA NOVELA REAL

escritores.-799n.-Truman Capote.-Irving Penn.-1965

 

La «novela- verdad» – dijo Truman Capote en «Le  Monde» en 1966 – será una novela en la que el autor se mantendría al margen del tema que trata, para no influir sobre el lector ni con su estilo ni con las opiniones y los juicios que formula. Hacer del lector un observador o mejor EL TESTIGO DE UNA EXPERIENCIA que le subyuga mucho más que si el autor interpretara, como siempre, los hechos en su lugar.»

 

escritores.-66hh.-Truman Capote.- Warholl

 

Al hablar de «A sangre fría» Capote confesaba que «no escogí ese tema porque me interesara mucho. Fue porque quería escribir lo que yo denominaba una novela real, un libro que se leyera exactamente igual que una novela, sólo que cada palabra de él fuese rigurosamente cierta. Ya había escrito un libro parecido que se titulaba «Se oyen las musas» (…) Hice un par de intentos fallidos con temas que resultaron carecer de elementos suficientes para hacer lo que pretendía y finalmente me dediqué a aquel crimen oscuro en aquella parte remota de Kansas porque me dio la impresión de que, si lo seguía de principio a fin, me proporcionaría los ingredientes necesarios para llevar a cabo lo que sería una hazaña técnica. Era un experimento literario cuyo tema elegí no porque me atrajera especialmente, que no era el caso, sino porque convenía a mis propósitos literarios.»

 

 

escritores.-rws- Truman Capote en San Quintin.-1973

 

«Hace doce años – le decía tambien Capote a George Plimpton – que me estoy entrenando en registrar conversaciones sin magnetofón. Pedía a un amigo que me leyera pasajes de un libro, y después yo me esforzaba por reproducir ese pasaje lo más fielmente posible. Naturalmente, estaba dotado para este tipo de ejercicio. Fiel en un noventa y cinco por ciento, lo que sin duda alguna es suficiente. Esta técnica es, a mi entender, esencial: el simple hecho de tomar notas crea un clima artificial.»

Yo tenia simpatía  por Dick y Perry – confesaba el escritor -, pero también por toda la familia. Terminé mi libro en abril de 1965 ; fueron ejecutados también en abril de 1965 . Sentía simpatía por ellos ; pero en mi libro no dejo nunca traslucir mis sentimientos a este respecto. » Perry me preguntaba con frecuencia por qué escribía este libro. Yo le respondía que no tenia intención alguna de cambiar la opinión publica y que mi finalidad era puramente estética. Hacer una obra de arte.

«¿ Es posible, me decía, una obra de arte? ¡Qué ironía! ¡Qué ironía!… Es la única cosa que he querido hacer durante toda mi vida : una obra de arte… Y ahora, ¿qué ocurre? La situación más increíble. Yo asesino a cuatro personas y es usted quien hace la obra de arte…»

escritores.-ttvv.-Truman Capote

 

Ahora, a los treinta años del fallecimiento del escritor, la grandeza y decadencia de Truman Capote al acabar «A sangre fría» sigue siendo comentada. Gerald  Clarke, el biógrafo del escritor, ha contado esa ascensión y esa caída, ambas espectaculares. » Mi prisión», había definido Capote su libro tres años antes de ser publicado. «Yo no tengo descendencia, había dicho en otra ocasión, mis únicos hijos son mis obras«. La depresión que cayó sobre él años después no llegó de un solo golpe, sino por etapas sucesivas. » Nadie sabrá nunca el vacío que causó en mí «A sangre fría«. Este libro casi me ha matado. En cierto sentido, creo que me ha matado. Antes de comenzarlo, creo que era una persona relativamente estable. Después, me ha ocurrido algo especial. Yo no consigo olvidarme de lo sucedido. Particularmente de las ejecuciones. ¡Horrible!».

 

escritores- 45df.-Truman Capote.-Cecil Beaton 1950

 

Ronald Weber, al estudiar el periodismo y la novela, comenta que «Capote bautizó su trabajo como novela de no ficción, y desde entonces permanece en la no ficción literaria reciente como el más puro ejemplo del esfuerzo por aplicar las técnicas de la ficción a los materiales del reportaje con la finalidad de suscitar los efectos de la novela realista tradicional. Ningún otro trabajo de no ficción literaria es tan resueltamente literario en sus intenciones.»

 

escriores.-y7y7.-Carl Van Vechten.-Truman Capote.-1948

 

De ese esfuerzo en su técnica quiso hablar Capote en el prólogo a «Música para camaleones» (Bruguera) : «por lo común – dijo – el periodista tiene que emplearse a sí mismo como personaje, como observador y testigo presencial, con el fin de mantener la credibilidad. Pero creí que, para el tono aparentemente distanciado de aquel libro, el autor debería estar ausente. Efectivamente, en todo el reportaje intenté mantenerme tan encubierto como me fue posible.

 

escritores.-0c0b.-Truman Capote.-livejournal

 

Me situé a mí mismo en el centro de la escena, y de un modo severo y mínimo, reconstruí conversaciones triviales con personas corrientes: el administrador de mi casa, un masajista del gimnasio, un antiguo amigo del colegio, mi dentista. Tras escribir centenares de páginas acerca de esa sencilla clase de temas, terminé por desarrollar un estilo. Había encontrado una estructura dentro de la cual podía integrar todo lo que sabía acerca del escribir.»

 

escritores.-nhy-Truman Capote en 1958.-Slim Aarons.-photographers gallery.-photografie.-artnet

 

(Imágenes.- 1.-Irwing Penn- 1965/ 2.-Andy Warhold/ 3.-Truman Capote en San Quintin-1973/ 4.-Truman Capote firmando ejemplares/5.-Cecil Beaton- 1950/ 6.-Carl van Vechten- 1948/ 7– Truman Capote- livejournal- 1958/ 8.- Slim Aarons– photography gallery- artnet)

EL OÍDO Y LA VOZ

«La voz conduce a las palabras y el oído las recoge. La voz, con su intensidad y sus timbres, surge en la radio de ese ímpetu humano abierto ante el micrófono, entregado a él, expresando con su potencia todo lo que el oído humano va a recibir. A veces el oído humano va distraído, viaja por el pasillo entre quehaceres, marcha de la cocina al cuarto de baño, avanza otras veces en el coche por autopistas trepidantes, lanza sus faros de fantasía, va buscando entre las emisoras antes la música que la palabra, pero de pronto, sin quererlo, unas palabras le atrapan, le atrapan entre adjetivos y adverbios, le atrapan sobre todo por su interés y emoción. Es la liana con la que la voz suele envolver hábilmente al oído, el nudo corredizo con el que le mantiene preso en su atención. Es la voz, la voz en la radio, la voz acompasada y sugestiva, la voz cálida y el tono trepidante. Es el 30 de octubre de 1938 y Orson Welles le está contando al oído del mundo la invasión de marcianos a la Tierra, el descendimiento real de los extraterrestres en “La guerra de los mundos”. Dos millones de oyentes creen a la voz, no creen a sus ojos, creen a sus oídos. Es un triunfo más de la voz en la historia de las comunicaciones, la potencia de la CBS aumenta la verosimilitud de esa voz y del cielo de los terrores bajan despacio infinitas figuras de marcianos que la voz acompaña, la voz de Welles los va depositando en el suelo de la realidad, ante el espanto sobrecogedor de las muchedumbres.

Dos años después es otra voz la que sostiene resistencias. Es la voz del 18 de junio de 1940, voz del general De Gaulle desde la BBC, voz grabada a las 18 horas de ese día, transmitida a las 22, vuelta a transmitir a las 16 horas del día siguiente. La voz del General será una voz histórica y los oídos franceses conservarán la esperanza del triunfo final, sus ecos persistirán durante años, la liberación se vislumbrará ya –  esperanza radiada y ampliada – en el horizonte.

Son los triunfos de las voces en la radio; los oídos van y vienen, siguen cruzando de la cocina al comedor, viajan por los pasillos, vuelven a subir en potentes automóviles, quedan atrapados en la presión de los cascos. Los oídos se distraen con mil cosas, mariposas de anécdotas cruzan entre inquietudes de sucesos, escenografías de relatos intercambian fulgores con debates. Los oídos siempre escuchan, al menos parece que escuchan, marchan distraídos, van y vienen. Pero las voces persisten. Todas las intensidades entre silencio y lenguaje, como definiría Steiner, viven en los matices de la voz, en esas cuevas de la intimidad humana en las que el lenguaje domina al silencio. Así el silencio de las soledades es acunado siempre por la voz, acentos aterciopelados de entrevistas, ahogos en rumorosas confidencias, síntomas agudos de alarmas, sonoras cajas de revelaciones.

Son voces guturales, voces nasalizadas, en ocasiones frías y distantes, en otras lánguidas; son voces dramatizadas que nos llevan a escenarios teatrales, novelas radiofónicas cuyas discusiones nos siguen por los pasillos. Son voces de gravedad, tonos rotundos, locuciones solemnes. A veces son los desfiles impecables, a veces se asoman a la evocación, a veces abren la puerta de poemas, a veces nos entregan fragmentos. Son voces de madrugada, voces nocturnas, voces al lado del insomnio. Son voces apasionadas e implicadas, voces interrogando las conciencias, voces creíbles. Y luego vienen las voces infantiles, el cortejo de las sonrisas, el eco de los juegos, el timbre escondido en la música, música de la voz que hace brillar la vida.

En este muy interesante libro de Félix Gallardo se recogen muchas vidas y voces de la  Radio en España: hablan del oficio radiofónico ellos que dedicaron su vida a ese oficio. Testimonios valiosísimos, confesiones que entregan sabia y variada lección. A muchas de esas voces las conocí. Con alguna compartí trabajos. Mi voz y las suyas se han cruzado en emisoras madrileñas y sus recuerdos – tal como si ahora los oyera – me acercan ecos muy diversos. Mi vida profesional se ha cruzado con Matías Prats, Basilio Gassent, Joaquín Peláez, Vicente Marco, Ángel Soler, José Luis Pécker, Manuel Amado. Son voces en los pasillos, voces y manos estrechando saludos, nostalgias, despachos, quehaceres: voces entrañables.

Luego las voces se fueron o yo me fui – otras voces hoy las sustituyen – pero todo permanece en el oído».

(Palabras que he publicado como Prólogo al reciente libro sobre la Radio española, «Lo que nunca muere». La Radio nació para quedarse».-Félix Gallardo.-Villanueva Centro Universitario y Netniblo ediciones.-Madrid.-2011)

(Imágenes:- 1.-Orson Welles.- Nueva York 1937.- foto Carl Van Vechten.- wikipedia- org/ 2.- foto Lyle Owenko.-Untitled from The Boombox Series.-2009.-owenko.com)