LABERINTOS DE ESCHER

 

Escher-onnu- relativity

 

«¡ Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, –escribió Borges en «Los dos reyes y los dos laberintos» -, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que te veden el paso».

Los singulares sitios de Escher aparecen ahora en una exposición que incluye más de un centenar de sus obras y sus vueltas y revueltas siguen fascinando. A veces provocan desasosiego. Son esperanzas andantes que suben y bajan escaleras sin esperanza de encontrar su final, figuras escalando espacios, tanteos de vidas, laberintos sin fin. De repente asoma una figura por los resquicios de una puerta, nos mira descolgada sobre el vacío, nos muestra que hace su camino al revés. Son las sorpresas inesperadas, las inquietudes en las esquinas de la vida, las escalinatas de los sueños.

 

Escher-nhhy-mil novecientos cincuenta y cinco- bocamuseum org

 

«El laberinto – recordaba el escritor Marcel Brion – es, esencialmente, un entrecruzamiento de caminos, en los que algunos no tienen salida y a través de los cuales se trata de distinguir la ruta que conduce al centro de esta curiosa tela de araña. La comparación con la tela de araña no es exacta porque ésta es simétrica y regular, mientras que la esencia misma del laberinto es circunscribir en el menor espacio posible la complejidad de los senderos y de este modo retrasar la llegada del viajero al centro que es lo que se espera».

A veces tardamos en encontrar la llave de nuestros laberintos.

 

figuras.-fv7n.-MC Escher.-all-art.org

 

(Imágenes- 1- Escher.- Relativity/ 2.- Escher- 1955- bocamuseum org/ 3.-Escher- all- art- org)

LA VUELTA A LOS ORÍGENES

peces-ggtn-Emil Nolde

 

«Como eso salmones de los ríos de la tierra, creados entre la creación de Dios…, como esos salmones que van tenazmente, determinantemente… casi a pesar de ellos, con una fuerza interior que les empuja y les invade de valor, a remontar el riachuelo preciso que les vio nacer, y ello lo hacen casi de modo ciego, por su impulso y su energía incansable, y de modo asombrosamente lúcido en su búsqueda de orientación.., sin dudar en medio del laberinto de aguas, volviendo una y otra vez a elegir el exacto camino entre mil caminos desorientadores…, así el hombre vuelve – lo perciba o no, lo desee o no – hacia su principio y su origen. Y tras largas ausencias físicas y espirituales, tras alejamientos que han llegado a durar una vida entera, el hombre se siente impelido a retornar al inicio de donde surgió. Y remontando todo ese río de vida al revés, todos volvemos doblando las embocaduras de la vejez y de la fatiga, arrastrados por el fluir de las edades imparables, como absorbidos por algo que nos vuelve a llamar y que, para atraernos, va despojándonos de vitalidad y de energía. Y son algunos de entre nosotros, los que retornan con pasión por volver; y son otros los que emplean un natural vigor en resistirse a todo ese gran vigor indominable, y aún hay otros, que no encuentran la esencia de ese olor que impregna el retornar de su camino (aturdidos por mil perfumes de la vuelta, y desconcertados mientras se agotan por no desconcertarse), exprimidas todas sus fuerzas, y sin darse cuenta de que, a pesar de todos sus esfuerzos, han llegado a su fin».

José Julio Perlado.- «Contramuerte», pág 174

 

peces-edr-pájaros- Maurits Cornelis Escher

 

(Imágenes.-1.-Emil Nolde/ 2.-M C Escher)