ANTE EL NUEVO AÑO

puerta-byu-rene-magritte

 

«Conocer el futuro carece de utilidad – dice Cicerón – Es miserable angustiarse sin provecho alguno». «Los arúspices – dice también Cicerón – ven muchas cosas, los augures prevén muchas, muchas son anunciadas por los oráculos, muchas por los vaticinios, muchas por los sueños, muchas por los portentos» (…) «Veo a algunos – escribe a su vez Montaigne en sus «Ensayos»  – que estudian y glosan los almanaques, y que nos alegan su autoridad para las cosas que ocurren. ¿Quién, pues, si arroja todo el día la lanza no acertará de vez en cuando en el blanco? (…) He observado con mis propios ojos que, en los momentos de confusión pública, los hombres, aturdidos por su fortuna, abrazan cualquier superstición, entre ellas la de buscar en el cielo las causas y las antiguas amenazas de desdicha».

Y Plutarco señala ante el porvenir: «el joven debe hacer sus preparativos, el viejo disfrutarlos».

FELÍZ AÑO 2017 para todos

(Imagen-René Magritte)

VIEJO MADRID (61) : VELANDO AL AÑO NUEVO

 

Madrid-ryuu-La puerta del Sol- Lewis Sketches and Spanish character- 1833- 1834

 

«A mediados del siglo XlX – cuenta Pedro Montoliú al hablar de las tradiciones madrileñas – se «echaban los años y estrechos«, juego social perdido que no sólo se celebraba en la víspera de Año Nuevo sino también en la de Reyes. Su realización iba precedida por la colocación de puestos en los que se vendían tarjetas en blanco, «motes nuevos para damas y galantes» y versos impresos en pequeñas cartulinas.

 

Madrid.- 4fbb. - Puerta del Sol.- plano de Texeira

 

En las tarjetas en blanco se escribían los nombres de los miembros de la familia y de los amigos invitados a la reunión. Las tarjetas pertenecientes a los hombres se ponían en una urna o recipiente y las de las mujeres en otra diferente, como primer paso para dejar a la suerte que eligiera el nombre de los afortunados sobre los que había «caído el año». El elegido, a continuación, debía obsequiar a la afortunada dama con algún presente, que normalmente eran confites por lo que en estas fechas aumentaba fuertemente la venta de cajas de pastelillos.

Si se trataba de motes o versos ya impresos, el juego consistía en meter todos los papelines en la misma urna, remover y sacar cada uno el que en voz alta supuestamente le describía o le aventuraba algún destino para el año que empezaba. Las frases eran recibidas en medio del jolgorio general por su tono satírico o sus burlescas descripciones.

 

Madrid-bbeer-La Puerta del Sol en el siglo diecinueve- cervantesvirtual

 

Esta costumbre, que pudo tener su origen en la Edad Media, cuando se buscaba saber el futuro a través de la suerte, se completaba con la de los «estrechos«, iniciada, según parece, durante el Imperio Romano y llamada así porque maridos y esposas, y novios y novias se estrechaban las manos y se prometían felicidad para el año que se iniciaba».

Siempre – recuerda Montoliú – el comienzo y el fin de un año ha tenido un simbolismo especial. Por lo general la celebración de esta transición se ha hecho en familia, aunque hayan cambiado los actos de la velada porque de una auténtica velada se trata, pues se vela la entrada del nuevo día«.

¡FELIZ  AÑO   2016  A   TODOS!

 

Navidad-nmmi- tiempo- original de The New York almanac- mil ochocientos setenta y seis

 

(Imágenes.- 1.-Puerta del Sol- Lewis Sketcher- 1834/ 2.-plano de Texeira/ 3.-Puerta del Sol- cervantes virtual/ 4.- original del The New York almanac- 1876)

CUATRO ESTAMPAS PARA DESPEDIR EL AÑO

A veces en los finales de año no hay que hablar, hay que contemplar, hay que recordar.

A veces en los finales de año hay que cantar, hay que agradecer.

A veces en los finales de año hay que evocar, hay que hacer preparativos.

A veces en los finales de año no hay más que estar de pie, erguido, situarse ante el árbol esperando que el Nuevo Año comience.

¡FELIZ  2010!

(Imágenes:- 1.- ángel.-Siglo XVlll, atribuido a Giuseppe Sammantino.-170-1739.-The Metropolitan Museun of Art of New York.-metmuseum.-org/2.-ángeles de la Natividad (detalle).-siglo XVlll .-Napolitano.-The Metropolitan Museum of Art of New York.-metmuseum.org/3.- ángel.-siglo XVlll.-napolitano.-atribuido a Giuseppe Sammantino.-170-1739/ 4.-abeto azul en una colección del siglo XVlll napolitano, con ángeles y querubines y entre sus ramas grupos de cifras realistas que flanquean la Natividad en su base.-representada en el Museo Medieval de Escultura Hall.-metmuseum.org)

ENERO EN ROSALES


Estas primeras pisadas del año procurando no resbalarse con las hojas del calendario me llevan siempre a una feliz soledad, alejado ya de las bengalas y de los brindis. A veces se necesita este tiempo, el silencio de los pasos meditados, o quizá hablar quedamente con alguien amigo, con un libro, como hago esta mañana de enero con Juan Ramón Jiménez por el madrileño paseo de Rosales.
-» Se van, se van, se van todos – me va diciendo Juan Ramón mientras camina – . Mediodía azul, azul, azul, casi sin oro, de un sol azul. Y se queda solo el alto paseo grande, con su acercada sierra de blancos y azules cristales amontonados, cubos de luz sombría al tanto sol. Y lo que parece que se queda solo – y que es todo- es la sierra».
(Yo voy pensando que acabo de empezar un nuevo año). Pero Juan Ramón prosigue:
-«¡ Y ahora, al mediodía de invierno, sola! – me dice mirando a esa Sierra – . Todos están ya comiendo, entre palabra, vino, humo -¡qué mareo!- en sus casas ciegas, calientes y cerradas. Y yo, que no le quito a la sierra, ni ella a mí, la soledad, estándome, hondos mis ojos, del tamaño de ella, la miro, la miro, la miro y casi la acaricio con mi mano, sin hambre de comida ni frío de estufa; y ella, encima de mí ya, me mira, me mira, me mira, libre, mía y blanca».
Se detiene y me pregunta al pasear en qué año estamos, si es ya 1915, el año en que escribió estas cosas que ahora leo.
-No, Juan Ramón. – le corrijo andando con él por Rosales – . Acabamos de entrar en 2008.
Y él se detiene otra vez sorprendido, y me mira, y luego mira al fondo el sol azul del paseo , y a lo lejos la Sierra.

2008

En la memorable película de Theo Angelopoulos » La eternidad y un día«, un poeta va comprando palabras a todos aquellos que las venden, y adquiere así por unas pocas monedas la palabra cielo, y la palabra perfume, y la palabra olvido. Ahora que está a punto de llegar la gran esfera del misterio, un nuevo año cargado de paisajes y de conversaciones, rostros que conoceremos, penas y gozos, encuentros, despedidas, aquel proyecto hecho realidad y la última sonrisa que esperábamos, las palabras futuras se nos ofrecen aún sin abrir y será al rodar el mundo por los días del tiempo como la caja de las sorpresas nos mostrará el secreto.
«¿Cuánto dura el mañana?», pregunta en la película el escritor Aléxandros.
La respuesta la trae escondida el Año Nuevo.