ACERCAMIENTO A CAILLEBOTTE

 

arte.-23ss.-cepillando el parquet.-Gustave Caillebotte.-1875.-Mueso D`Orsay

 

Ahora que se expone a Gustave Caillebotte en el Thyssen de Madrid me quedo recordando un célebre cuadro suyo, Cepillando el parquet, y con la memoria evoco esos brazos estirados hacia el esfuerzo, los cuerpos curvados, donde «los músculos de la espalda de los hombres – anota Sue Roe en La vida privada de los impresionistas – parecen táctiles y tensos, y en el que casi se pueden sentir la presión de sus brazos u oler la madera mientras las virutas salen despedidas». Roe repasa la vida de Caillebotte,  personaje de familia rica, joven serio y reservado, pintor aficionado, ingeniero de profesión, que en 1874 conoce a Monet y Renoir en Argenteuil, y que a partir de entonces se dedicará a ayudar a los impresionistas.

 

Caillebotte- piraguas en el río Yerres-mil ochocientos setenta y siete- el pais

 

Esa pasión y ese ímpetu por ayudarles se refleja en sus cartas; en la enviada, por ejemplo, a Pisarro en 1881: » ¿Cómo van a acabar nuestras exposiciones? – pregunta con inquietud-  Me gustaría saber qué le importan al público nuestras discusiones particulares. Somos unos tontos al disputar de este modo. Degas nos ha traído la desorganización. Para él es una desgracia tener ese carácter tan difícil. Mejor sería que pintara un poco más. Que tenga cien veces razón en lo que dice, que hable con un ingenio y un sentido común infinitos, nadie lo duda. Pero no es menos verdad que los verdaderos argumentos de un pintor son su pintura, y aunque siguiera teniendo mil veces más razón hablando, estaría, sin embargo, más en la verdad trabajando».

 

Caillebotte- nug- indecolors com

 

El cuadro Cepillando el parquet, de 1875, representó a Caillebotte en Nueva York. Este lienzo mostraba la profunda comprensión del pintor por la textura y ritmos de la madera, con la que Caillebotte estaba familiarizado por ser él mismo navegante y astillero aficionado. «Hombre retraído, tímido y comedido, como recuerda Roe,  buscó cada vez más  retirarse a su vida privada. Sus disputas con Degas acabaron finalmente con su paciencia y, paulatinamente, fue dejando de exponer con el grupo».

 

Caillebotte- btg- lainformacion com

 

Los jardines y los barcos fueron algunas de sus pasiones. Su barco, el Roastbeef, representado en muchos de sus cuadros, fue comentado por Rodolphe Rapetti diciendo » que había que tener en cuenta que los veleros concebidos y pilotados por Caillebotte formaban parte de las embarcaciones que entonces permitían al hombre experimentar una sensación de velocidad antes inimaginable. En muchos cuadros en los que pinta veleros fondeados le sentimos atraído por la belleza de sus líneas, que él representa con un tipo de dibujo tras el que se adivina la personalidad del constructor naval».

 

flores.-7hnnmm.-rosas.-Gustave Caillebotte.-rosas en el jardín del Petir Gennevilliers

 

En los últimos años de su vida, como señaló Tabarant, los días se reparten «entre su estudio, su jardín y su embarcadero, construido en el Sena. La pintura, las flores, los barcos (…) Disfrutaba corriendo con el viento, deslizándose sobre el agua, y a menudo bajaba así por el río hasta Giverny, donde se acercaba a saludar a su amigo Claude Monet».

 

Caillebotte-byj

 

(Imágenes.- 1.-Cepillando el parquet- 1875/ 2.-piraguas en el lago Yerres- 1876- elpais/ 3-indecolors/ 4.-rosas en el jardín del petit gennevilliers/ 5.- un balcón en el bulevard Haussmann- 1880)

INTIMIDAD DE PISARRO

Pisarro.-99hhn.-el camino de Louveciennes.-1872.-Museo d `Orsay

«Pisarro era un hombre delicioso – escribe su biógrafo Adolphe Tabarant -, tan profundamente humano que una injusticia hecha a alguien le irritaba tanto como una ofensa personal. No podía uno acercarse a él sin quedar conquistado por su rostro patriarcal y majestuoso, en el que jamás se vio un gesto duro ni altanero. Sus ojos, sus pobres ojos de los que sufría tanto, eran magníficos; sonreían como sonreían su labios, dando confianza en el acto a cualquiera que acudiese a él. A veces hubo bastante tristeza en sus ojos de artista, adoradores de la belleza de las cosas, pero esto ocurría cuando estaba a

pintores.-98gfg.-Pisarro trabajando.-aloj.us es

solas consigo mismo, devorado tantas veces por la inquietud (…) Todo vestido de terciopelo negro, tenía un aspecto muy respetable (…) Era digno de ser pintado por Rembrandt enfundado en el abrigo de pieles con que el maestro de Amsterdarm vestía a sus rabinos eruditos y burgomaestres. Daba una impresión infinitamente venerable con su bello rostro de facciones regulares, sus grandes ojos orientales llenos de luz, su barba que la edad comenzaba a salpicar de copos blancos y sus manos finas de pintor…»

Pisarro.-rvgg.-la carretera de Versailles a Louveciennes.-1870

Pero si estos eran los reflejos que se escapaban de la intimidad de su carácter y su figura, otra intimidad artística se expandía en consejos concretos: «Tienes que buscar la naturaleza que convenga a a tu temperamento – le explicaba a un joven pintor -, contemplar el tema más por la forma y por el color que por el dibujo. Es inútil ceñirse a la forma, que puede figurar sin necesidad de eso. El dibujo conciso resulta seco y perjudica la impresión global, destruye todas las sensaciones. No frenar el contorno de las cosas; la mancha justa de valor y de color, eso es lo que ha de dar el dibujo. En una masa lo más difícil no consiste en detallar el contorno sino en hacer lo que hay dentro. Pintar el carácter esencial de las cosas, intentar expresarlo no importa de qué modo,

Pisarro.-uubbem,.-los techos rojos.-1877.-wikipedia.org

sin preocuparse por el oficio. Cuando se pinta, hay que escoger un tema, ver lo que tiene a la derecha y a la izquierda, trabajar en todo simultáneamente. No componer trozo por trozo; hacerlo todo a la vez, esparciendo tonos por todas partes, mediante toques en su coloración y en su valor, observando lo que haya al lado. Es mejor trabajar a base de pequeños toques y probar a fijar las percepciones inmediatamente. El ojo no debe concentrarse en un punto particular, sino que ha de verlo todo y al mismo tiempo observar los reflejos de los colores sobre lo que les rodee. Al mismo tiempo conviene dedicarse al

Pisarro.-3ddv,.el puente de Charing.-Cross.-Londres.-1890.- National Gallery

cielo, al agua, a las ramas, a la tierra, enfrentarse con todo y no abandonarlo, hasta que ya esté; cubrir la tela durante la primera sesión, después atacarla  hasta que ya no falte nada que añadir. Fijarse bien en la perspectiva aérea, del primer plano al horizonte, los reflejos del cielo, del follaje. Ningún miedo a dar color, afinar la tarea poco a poco. No proceder según reglas y principios, sino pintar lo que se observa y lo que se siente. Hay que pintar con generosidad y sin vacilación, pues vale más no fallar la primera impresión sentida. Ninguna timidez delante de la naturaleza: hay que atreverse, a riesgo de engañarse y de cometer faltas. Sólo se puede tener un maestro, la naturaleza: a ella es a quien siempre conviene consultar.»

Pisarro.-5ftt.-Huerta y árboles en flor.-primavera.-Pontoise.- 1877.-Museo d´Orsay

Intimidad de Pisarro.  Sin embargo, alguien había dicho de él en 1876: «Intenten explicarle al señor Pisarro que los árboles no son violetas, y que el cielo no tiene el color de la mantequilla fresca.»

Pisarro.-98bgg.-El bosque de Marly.-1891.-Museo Thyssen- Bornemisza

Intimidad de Pisarrro cuando estos días se inaugura en el Museo Thyssen de Madrid una gran exposición sobre el pintor.

Pisarro.-uunn.-Place du Havre.- París.-1893.-Art Institute of Chicago

(Imágenes.- 1–Pisarro.-el camino de Louvenciennes.- 1872.- Museo d `Orsay/2- Pisarro trabajando.- us. es/ 3.- Pisarro.- la carretera de Versailles a Louveciennes.-1870/ 4 -Pisarro.- los techos rojos.- 1877.-wikipedia/ 5.-Pisarro..- puente de Charing- Cross.-Londres– 1890.- National Gallery/6.-Pisarro.-árboles y flores en primavera-Pontoise.-1877.-Museo d ´Orsay/7.-Pisarro.-el bosque de Marly.-1871.-Museo Thyssen/8.-Pisarro.-Place du Havre.-1893.-Art Institute of Chicago)