VENECIA (2): LA MUERTE Y LOS SUEÑOS

El resto, en Venecia,como en una frase de Shakespeare, es silencio Una ciudad extendida sobre el silencio. La voz del hombre y sus pasos dominando esta sensación de paz en la ciudad más sorprendente del mundo. El otro día, cuando venía en el pequeño vapor desde la estación hacia el Lido y el cielo se había cerrado bruscamente, la noche comenzaba y Venecia entera, oscurecida, se me ofrecía como una estela de agua y de fachadas cada vez más asombrosas, y comprendí el encanto de este lugar donde pintores y escritores vienen a beber el lenguaje de los sueños. Aquí estuvo Thomas Mann. La muerte: precisamente “La muerte en Venecia” y  no otra  cosa. Aquí  han estado Dostoievski , Somerset Maughan, Simenon, 

 por nombrar sólo a cuatro autores diversos. Cuando había pasado ya bajo el puente de  Rialto, la tormenta se anunció sobre la ciudad con su primer trueno. Estaban encendidas las luces de los farolillos en las dos orillas;  en las casas, con sus ventanas abiertas, rostros, tapices, cuadros. Una mujer se peina ante el espejo;  un niño se recorta en el umbral de una habitación;  un hombre, con la cabeza vuelta hacia fuera, observa los temblores del cielo. Todo ello se contemplaba desde el vaporcito.  A mis pies, el agua casi negra hacía aquí espuma…  y el rumor, el rumor atravesando el Gran Canal  mientras unas gruesas gotas hacían batir el río…

José Julio Perlado

imágenes – 1–John Singer- 1904/ 2- “La muerte en Venecia”