COLINA DE LOS CHOPOS (y 2)

Jardín de Juan Ramón en el cuadro de la habitación de Fortuny. Jardín de las adelfas por donde el silencio de Juan Ramón pasea.  Un poeta en meditación, en contemplación, en mutismo de versos rezados, parece un monje al que la soledad acompaña. Así  pasean Juan Ramón o Federico: por estos claustros naturales, donde las cuentas de poemas se van contando dedo tras dedo hasta acabar la letanía de la intuición. 

Luego, en un viejo papel al que el tiempo convertirá en pergamino, se escribe cuanto se ha contemplado: 

“El chopo solitario. Yo lo veía ya en mis años de niño, sueños perdidos de adolescentes, como un indómito arco de fuego por el viento grande del vehemente crepúsculo de otoño ( de esos cortos, ácidos, únicos, casi falsos,  que levantan hasta su sorda negación el cenit); como un prodigioso meteoro de la tarde (súbito mártir secreto, arraigado sólo  a su misterio errante), derramando inútilmente en el potro de la alta soledad sus chispas bellas, primero;  gotas,  luego,  de roja luz;  al fin, divinas hojas de oro.”

¡Terrible ya, entonces, loco, ardiente chopo español solitario !”, escribe Juan Ramón en 1915. Entre 1916 y 1923, Juan Ramón, como rumiando los recuerdos, añade, retrasando el reloj de su memoria.

“Aquí y allá, lejos, por los altos del Hipódromo, más cerca, con las vueltas del Canalillo retorcido; en parejas o en ternas (fantasmas de apartadas amistades) solos (sombras de amigos solitarios),  los tiemblos sin hojas, grises, delgados, recogidos, melancólicos.” 

José Julio Perlado

imágenes- 1-Juan Ramón/ 2- Manuel de Falla- wikipedia.

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