CHARLANDO CON CHEJOV

Es muy difícil describir el mar —decía  Chejov- ¿sabe usted la descripción que he leído recientemente en un cuaderno escolar?  “ El mar era grande”, y eso es todo. Yo encuentro eso admirable.

 ¿Escribe usted mucho? ¿No? Hace   usted mal. Hay que trabajar, ¿sabe  usted?,   sin tregua…toda la vida. Creo que una vez escrito un cuento, hay que borrar el principio y el final . Es ahí donde más mentimos nosotros, los prosistas.

 Lo que sentimos cuando estamos enamorados es quizás un estado normal. El amor indica al hombre cómo  ‘debería’ ser. 

Te has quejado con frecuencia delante de mí — le escribía a su hermano —  de que la gente no te comprendía. La gente te comprende perfectamente y si tú no te comprendes a ti mismo, no es culpa suya…No tienes más que un defecto, más bien una debilidad, y lo falso de tu posición, tu sentimiento de ser desgraciado, provienen solamente de este defecto: es una falta total de cultura. Perdóname, pero la verdad ha de colocarse por encima de la amistad. La vida, ¿sabes?,  lleva consigo sus condiciones. Para  sentirse cómodo, feliz, como en familia, entre personas educadas, hay que cultivarse, por lo

menos, hasta un cierto grado. En mi opinión, las gentes cultivadas deben cumplir las siguientes condiciones:  respetar la personalidad humana, y,  por consiguiente, son siempre buenos, afables, corteses y prestos a ceder ante los otros…;  temen la mentira como el fuego y no mienten ni aun en las cosas insignificantes…; no se desprecian ellos mismos para suscitar la compasión…; si hay un talento, lo respetan…  El deseo de servir al bien general debe ser un deseo del alma, una condición de la felicidad personal, ya que, cuando dimana de consideraciones teóricas, no es un verdadero deseo…

José Julio Perlado

Imágenes- wikipedia