
Hay fotografías nítidas. Está mi madre sentada en una barca frente a mí, en el norte de España, en aguas de Zumaya. Ella no sabe que va a morir. Morirá en 1969 de un ataque fulminante de corazón. En esta barca — es una pequeña barca blanca y azul — mi madre tiene 45 años, trece años antes de morir. Es rubia, alegre, guapa, sonriente, feliz. Yo estoy al otro lado de la barca, sentado, mirándola, tengo 17 años, no imagino que a los 87 escribiré esto, y sin embargo escribiré sobre mi madre y sobre los tablones de esta barca y sobre el agua mansa como la espuma que nos roza. A los 87 años se escribe ya sin comas, con comas, con admiraciones, sin admiraciones, las reglas de la sintaxis se las lleva la ría de Zumaya tarde adentro y escribiré entonces con la libertad de espíritu que da la edad aunque este muchacho de 17 años, sentado en la barca, ahora no lo imagine.
Me he apoyado en Darío de Regoyos para escribir todo esto y Darío de Regoyos se apoya en mí. Es el Norte. El Norte nos une a los dos, pintor y escritor, como a tantos otros. Darío de Regoyos pinta los trajes de la fiesta vasca danzando, los tamboriles, las faldas, las vueltas. Darío de Regoyos pinta los sombreros femeninos en la Concha de San Sebastián, pinta el azul oscuro de la noche. Pinta una época. Lo que no puede pintar Darío de Regoyos es el encanto de la bahía porque es eterno, el encanto de la bahía está por encima de cada época, como está por encima de cada época esta barca blanca y azul en aguas de mi mente, desde donde me mira mi madre y yo le miró a ella.

El Norte. El Norte. El Norte se detiene en la fotografía. Enterrado en el Norte, en el cementerio de Guetxo, a 14 kilómetros de Bilbao, hay un amigo mío. El único amigo que he tenido. ¿Qué es un amigo? Si nos adentráramos un momento en la cultura nos encontraríamos con la amistad de Tácito y Plinio, de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, de Montaigne y La Boétie, de Boswell y Johnson, de Carlyle y Emerson, pero no queremos adentrarnos. Eso sería como contemplar la amistad de los otros desde el patio de butacas. ¿Qué es un amigo? Yo he tenido un solo amigo en mi vida, el resto han sido conocidos. Un amigo es alguien que me ha abierto el alma sin yo preguntar, que yo le he abierto mi alma sin que él me preguntara. Nadie enseña estas cosas. Ni en el colegio, ni en la Universidad, ni en la familia. En ningún libro se aprende a no interrumpir, a guardar silencio, a esperar, a escuchar, a respetar la intimidad. La intimidad aflora dentro de un amigo a veces a borbotones, a veces entrecortada, a veces anhelando desahogarse. La intimidad aflora dentro de mí mismo deseando ser recibida por la amistad del único amigo que tengo y que aguarda, espera, escucha, no interrumpe, no pregunta. La intimidad se ha ido madurando durante años, sin forzar, mi amigo madurando hacia mí y yo madurando hacia mi amigo. En ningún libro está eso. Mi amigo enterrado en el cementerio de Guetxo ha viajado conmigo por toda Europa, se ha reído, nos hemos reído, él ha escrito, los dos hemos escrito, cada uno ha escrito cosas distintas, cada uno tiene una forma de vida, siempre la hemos respetado. El silencio de oro es la llave para una verdadera amistad. Me acuerdo de un paseo por El Escorial en que él me estuvo hablando hora y media de un tema que a mí no me interesaba en absoluto pero que a él sí, y no le interrumpí, no le pregunté. Él necesitaba desahogarse y yo le ofrecía, como siempre, el silencio de oro de mis pasos, a veces deteniéndonos los dos, yo asintiendo con mi silencio de oro y él hablando continuamente. Recuerdo los recuerdos. Ningún médico ha conocido las dolencias de mi amigo como lo he hecho yo. Como no soy médico, no las podía reparar pero sí las escuchaba. Escuchar bien y atentamente es una forma de curación. También unir las alegrías, las carcajadas. Las alegrías compartidas se hacen más alegrías. Recuerdo siempre los recuerdos.

El Norte. El Norte. La barca con mi madre en Zumaya y el cementerio de Guetxo.
José Julio Perlado

(Imágenes- : Darío de Regoyos : 1-la fiesta vasca- (baile en el antiguo San Sebastián) – 1890- MNAC/ 2- la Concha (nocturno) 1906- museo Carmen Thyssen -Málaga/ 3- el puerto de Bilbao- 1910- museo BBVA/4 Pancorbo – el tren que pasa- 1910- MNAC)