«Una cosa bella es un goce eterno,
su hermosura acrece y nunca desaparecerá en la nada,
sino que guardará para nosotros
un retiro de paz, y un dormir lleno de dulces sueños,
y salud y un apacible respiro.
Por eso, cada mañana nos tejemos
una guirnalda de flores para seguir atados a la tierra,
pese a los desalientos y a la inhumana carencia
de nobles seres, de los días sombríos
y de todos los senderos insalubres y oscuros
hechos para nuestras búsquedas; sí, a pesar de todo,
alguna forma bella aparta el sudario
que cubre a nuestro espíritu en sombras. Y así es el sol, la luna,
los viejos o tiernos árboles ofreciendo el favor de su sombra
a los inocentes rebaños, y los narcisos
en ese mundo verde donde viven, y los claros arroyos
que se crean un fresco abrigo
contra el ardiente estío, o los breñales en lo hondo del bosque
plenos de brillantes rosas silvestres;
y también la grandeza de los destinos
que imaginamos para los grandes muertos,
y todos esos hermosos relatos
que hemos escuchado o que leímos,
inagotable fuente de bebida inmortal
que mana hasta nosotros de la orilla del cielo.
Y no gustamoes esas esencias solamente
en una hora fugitiva; no, así como los árboles
que murmuran en torno de un templo, pronto nos son
tan queridos como el mismo templo, lo mismo la luna,
la pasión de la poesía, tantas infinitas glorias
llegan con frecuencia hasta nosotros hasta que se cambian
en una confortadora luz para nuestras almas
y tan estrechamente unidas a ellas
que ya está el cielo claro o en sombras
para siempre han de estar con nosotros, o morimos».
Keats: «Endymion» (escrito en abril-mayo de 1817, a los veintún años)
Santayana, cuando nos entrega «El sentido de la belleza», nos dice así:
«La Belleza, tal como la sentimos, es algo que no puede describirse. No se podrá decir jamás qué es ni qué significa. Recurriendo a la experiencia y a la memoria podremos mostrar que esta sensación varía como varían ciertas cosas según las condiciones en que se hallen colocadas; por ejemplo, que varían según el número de veces en que una forma ha sido representada o según las asociaciones que lo vinculan al pasado.(…) Es un sentimiento del alma, una sensación de alegría y de seguridad, un trance, un sueño, un puro placer. De tal modo no existe motivo para plantear el problema. La sensación se justifica por sí misma y justifica la visión que ella embellece. No existe tampoco motivo para querer buscar su origen en ese sentimiento interior. La belleza existe como existe un hermoso objeto o el mundo donde se encuentra situado ese objeto, o nosotros mismos que miramos a ambos. Es una experiencia: y no hay nada más que decir de ella».
De Santayana y de cuanto él escribe sobre la contemplación he hablado alguna vez en Mi Siglo. Contemplación ante el paisaje o la pintura, ante los rasgos de un ser humano o ante el deslumbramiento de una cosa hermosa: todo lo bello contemplado como goce eterno.
(Imágenes:-1.-foto: Camille Seaman.-Susan Spiritus Gallery.-Newport Beach.-USA.-artnet/ 2.-Graham Ovenden.-Luz de la luna Paisaje con obelisco .-Inglaterra, 2002 -Peter Nahum & Tom Tempest Radford.-Leicestergalleries)

